El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas se encuentra atravesando tiempos difíciles y no es ajeno a la situación de las demás dependencias estatales, en tiempos de motosierra. La semana pasada, la sede central de Godoy Cruz al 2200 amaneció con fuerte presencia policial y una fila de empleados esperando conocer su futuro laboral. “Calculamos entre 200 y 250 despedidos, lo que corresponde al 15% de la planta total administrativa del CONICET, lo que es un montón”, expresó Valeria Levi, vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora principal de la entidad.
Levi también hizo referencia a la situación de las becas doctorales del CONICET, las cuales afrontan “cambios absolutos”: “de las 1300 becas programadas para este año, solo se terminaron dando 600; el sistema de becas es muy barato para el país, es aproximadamente de USD 50 millones, menos que las exenciones impositivas de Mercado Libre, pero a pesar de eso se está reduciendo y de acá a 5 años vamos a tener menos profesionales formados acá”, alertó.