Se trata de las pistolas BYRNA que llegarán desde Estados Unidos en el mes de agosto. Permiten desactivar amenazas a 20 metros de distancia y funcionan a base de dióxido de carbono. Jorge Macri, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, destacó que se siga incorporando tecnología para distintos tipos de delito y resaltó que “funcionan, salvan vidas y nos dan más seguridad en las calles de la ciudad”.
Según el gobierno, las armas “pueden lanzar proyectiles cinéticos totalmente sólidos, químicos u orgánicos como balines que al impacto se fragmentan y liberan una sustancia parecida al gas pimienta”. Asimismo, “tienen la finalidad de incapacitar momentáneamente o disuadir a una persona que pone en riesgo a sus víctimas, a los policías y a sí mismo”.
En el Código Porteño, Lucas Campos también habló de las denuncias de la Ciudad contra influencers que difundieron plataformas de apuesta ilegal, de la alta competitividad de la Capital para hacer turismo y de la desigualdad en la inversión de construcciones entre los barrios porteños.