El presidente de la Nación encabezó un curioso acto en el que se presentó la iniciativa para establecer dicha modalidad en la administración federal de justicia. En el encuentro se desarrolló una obra de teatro titulada “La Noche del 16 de Enero”de Ayn Rand, en la cual participaron diferentes funcionarios del gobierno, tales como Mariano Cúneo Libarona, Manuel Adorni y el diputado José Luis Espert.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Andrés Harfuch, director del área de jurados del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), destacó la importancia de la aprobación del proyecto: “estamos desde el advenimiento de la democracia luchando para que el Congreso dicte por fin la ley que le ordena desde 1853 implementar el juicio por jurados; es una de las deudas constitucionales más grandes que tiene nuestro país; con el horrendo triunfo oscurantista y conservador se terminó implementando un sistema de justicia por expedientes, sin juicio, escrito y secreto, lo que tuvo grandes consecuencias para nuestro país”, expresó.
Asimismo, manifestó que la iniciativa siempre contó con cierta resistencia porque “quien detenta el poder de castigo tiene un enorme poder en la sociedad”, a pesar de que varios países (y ya numerosas provincias de la Argentina) “dijeron que la justicia tiene que estar en manos del soberano -el pueblo- y no en los funcionarios del Estado”. De esta forma, describió el proceso mediante el cual se establece dicho juicio y aclaró que las 12 personas que juzgan “son elegidas a través de un triple filtro, mediante el cual se evalúa si cuentan con algún sesgo personal”, algo que no ocurre con los jueces.