Según un estudio de la Consultora Moiguer, el 65% de los argentinos tuvo que restringir sus consumos cotidianos, en tanto que para el 51%, la situación económica del país es negativa. En este sentido, el 71% admitió que dejó de hacer asados en familia, el 61% suspendió salidas en pareja o en familia y el 58% dejó de ir a tomar un café o helado.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, la economista Elena Alonso explicó que, a partir de este año, se empezó a ver el fenómeno de “familias que usan sus ahorros para cubrir gastos fijos”: “anteriormente, los que tenían unos pesitos salían a comprar dólares, pero ahora están usando esos dólares para gastos corrientes y no extraordinarios”, agregó.
Asimismo, se refirió al aumento de los créditos bancarios para poder sostener el consumo: “ahí está el grave problema de las personas que acuden a financieras para adquirir préstamos y agotan la instancia del banco porque las financieras te matan con las tasas de interés y después se acumulan deudas y hay familias que terminan sacando un crédito para pagar otro; hay mucha demanda de créditos y por eso los bancos están pidiendo pesos al Banco Central, pero también están los desórdenes financieros que empiezan a ocurrir en estos contextos”, remarcó.