Entrevista exclusiva con Tito Bessone, campeón del Turismo Carretera, quién además sigue en vigencia y lleva el amor por Mataderos en la sangre.
Ernesto Celestino Bessone II, más conocido como Tito, nació en Mataderos un 3 de abril de 1958. Desde su infancia, desarrolló el amor por los fierros, pasión que años más tarde lo llevaría a ser campeón en varias categorías del automovilismo nacional. En exclusiva, charló con Noticiario Sur sobre las ganas de seguir en este deporte y la actualidad nacional e internacional.
Este fue el año en el cual Argentina volvió a tener un representante en la Fórmula 1, tema sobre el cual, Bessone declaró: “Colapinto hizo un muy buen trabajo, se adaptó muy rápido, ojalá pueda seguir en esta instancia, ya conoce muchas pistas que el año que viene transitará, ya tiene nivel para ser parte de este círculo tan chico que tiene la fórmula 1”. Si bien el piloto de Williams aún no confirmó su continuidad en la máxima, hay muchos rumores que lo acercan a una posible temporada 2025 en otra escudería.
Por otro lado, el fin de año de este 2024 trajo una muy polémica definición del Turismo Carretera que ahora cuenta con los autos de nueva generación. En cuanto a los nuevos modelos, Tito dijo: “En cuanto al cambio de autos, me parece muy bien, sin dudas le da prestigio a la categoría, son autos muy lindos, es un cambio acertadísimo, estéticamente quedaron muy bien y ahora le están encontrando la vuelta para que haya aerodinámica y succión”.
Por otro lado, el ex campeón con Dodge no esquivó la pregunta sobre el accidente de Werner que le costó el campeonato, debido a que hinchas de Chevrolet, le tiraron papelitos en su toma dinámica y el radiador: “Es un deporte popular donde siempre estuvimos en contacto con el público, eso no debe cambiar jamás, nos debemos al público, porque no hay agresiones, lógicamente en instancia como estas hay que ser cuidadoso por donde transitan los autos o donde comienza una carrera, porque muchas veces por el fanatismo puede haber un incidente, siempre hay alguna persona malintencionada pero esto no quiere decir que el automovilismo sea así, yo corrí 45 años y jamás vi algo así, hay que tomar recaudos y nada más que eso pero la gente tiene que estar cerca del piloto”.
Bessone salió campeón de la máxima nacional con el recordado Dodge pintado de azul y amarillo, en el año 2003. Sobre aquel campeonato y la pasión por los fierros, Tito afirmó: “Me voy a llevar al cajón esta pasión, la tengo igual que cuando comencé, es mi espacio de confort, lo sigo disfrutando como cuando era pequeño, es de los deportes más pasionales para que está arriba del auto como para el que está abajo, hay mucho sacrificio muchas frustraciones pero terminás el domingo y pensás en la revancha, así piensa el equipo. Me encanta ir al límite en cada curva, frenar al máximo grip que permite el auto, es complicado de explicar, lo sigo sintiendo como cuando comencé, ya después de tantos años me siento parte del auto, somos una sola cosa”.
En cuanto a su carrera, el oriundo de Mataderos deslizó que: “es una gran satisfacción haber transitado mucha generaciones, en donde corrí con los mejores en distintas épocas, y pasar cuando empecé con un auto casi de calle, y cómo era todo peligroso y después como fue evolucionando, con toda la tecnología, exprimir al 100 por 100, antes había más improvisación pero fue muy valioso, son 45 años de actividad, pasé por muchos cambios y me pude acostumbrar a cada momento”.
“Mataderos es mi barrio, donde yo nací, donde arranqué a correr, en la tierra, las carreras de bici, los karting y los amigos. La infancia”, finalizó.
Sobre su campeonato en TC
El retiro del TC 2000 le valió a Bessone poder centrar sus fuerzas en lograr el campeonato que le faltaba, el de Turismo Carretera.
Mientras el TC utilizó circuitos ruteros, Bessone no había participado regularmente de los campeonatos salvo en 1990. A partir de la decisión de no utilizar más los circuitos semipermanentes, «Tito» se volcó a participar en TC de modo continuo y si bien siempre estuvo ligado a la marca Ford, la firma con Chysler en el TC2000 hizo que cambiara el Falcon por una cupe Dodge GTX. Así Bessone pasó a ser el defensor de la marca en este campeonato, fue el primer ganador con el motor Cherokee y luego de 5 años de esfuerzo se alzó con el título, en 2003.
Posteriormente, participó con la misma marca en TC, luego de un fugaz paso por Torino en 2006. En 2005 formó parte del novedoso proyecto de Top Race V6 al unir el fútbol con el automovilismo conduciendo un Ford Mondeo, siendo el piloto del auto principal del Club Atlético Boca Juniors.
Sus inicios
Reconocido a nivel nacional por haber incursionado en las categorías más importantes del automovilismo de su país, es el único piloto en la historia que obtuvo por lo menos un título en cada una de las categorías consideradas en la actualidad como las más importantes del automovilismo argentino: el Turismo Carretera, el Turismo Competición 2000, la Top Race y el Turismo Nacional. Fue campeón además de las extintas categorías Supercart y Club Argentino de Pilotos. En su palmarés acumula un total de ocho coronas, siendo tricampeón del CAP y obteniendo en el TC, TC2000, Top Race, Turismo Nacional y Supercart, un título de cada una. Es considerado como uno de los más grandes iconos del automovilismo argentino de todos los tiempos, formando parte de una importante galería de valores nacionales en el que también figuran rivales como Juan María Traverso, Luis Rubén Di Palma, Cocho López, Guillermo Ortelli y Omar Martínez, entre otros.
En su familia, además de él, su padre Ernesto I (1923-2010) fue piloto y también campeón del Turismo Nacional en 1985. Asimismo, sus hijos Ernesto III, Juan Pablo y Figgo también compiten, incursionando esporádicamente en las divisiones menores de la Asociación Corredores de Turismo Carretera.
Realizó sus primeras carreras en Turismo Nacional con la marca Peugeot en 1979, y más adelante pasó a competir con Fiat. Curiosamente, su padre fue también piloto de Turismo Nacional, consagrándose campeón en la Clase 2 en 1985 con un Alfa Romeo.
Posteriormente debutó en el TC 2000 en la carrera de Las Flores (1982) alquilándole un Dodge 1500 a Luis Rubén Di Palma.
Se afianzó como piloto y fue revelación en el Club Argentino de Pilotos (categoría monomarca que empleaba Datsun 280 ZX), donde fue campeón de los torneos 1983 y 1984.
En 1985 comenzó a participar regularmente en el TC 2000, alcanzando allí un éxito doble: su primera victoria en la carrera de Las Flores y la primera victoria para la cupé Renault Fuego.
Bessone lograría su consagración al debutar y ganar con un Ford Falcon propiedad de Felipe Salgado en la carrera de TC del 22 de diciembre de ese año en Buenos Aires.
A pesar de la victoria con la Fuego en TC 2000, Bessone quedaría ligado a la marca Ford dado que en 1986 comenzó a participar con un Ford Sierra. Con este modelo, «Tito» ganó 16 carreras en 9 torneos. En 1995 debió cambiar de modelo utilizando un Escort, auto con el cual lograría su único y muy buscado título en la categoría, en 1996. Luego de lucir el número 1 en su Ford, Bessone firmó contrato con Chrysler en 1998 para correr con un Neón con el que se retiraría de la categoría al finalizar el campeonato del año 2000. En 2004 volvió a participar de los 200 km de Buenos Aires por invitación del equipo de Brian Berta y compartió un Ford Focus I con Crispín Beitía, finalizando quintos. Dos años después mejoró su performance al lograr el tercer escalón del podio junto con Fabián Flaqué, esta vez con el Focus del equipo RV Competición.