Entrevista a Emmanuel Ferrario, representante de Vamos X Más
¿En qué barrio de la ciudad vive?
En el barrio de Palermo.
¿Cuáles fueron sus inicios en la actividad política que lo llevaron a la Legislatura?
Estudié relaciones internacionales en la universidad, interesado originalmente en ser embajador, pero empecé a trabajar en el sector privado. Me fui dando cuenta que quería hacer algo más, veía cosas en la Ciudad que se podían mejorar y que quería aplicar lo que había aprendido, y así empecé a ver en la política una herramienta de transformación.
Yo vengo de una casa donde la política era mala palabra, pero me di cuenta que podía haber una forma de hacer mejor las cosas. Mi primer trabajo vinculado a la política fue en el despacho de Ricardo Gil Lavedra, por ese entonces diputado nacional.
Después, por LinkedIn, la red social “profesional”, apliqué a una búsqueda en el Gobierno de la Ciudad, me terminó entrevistando Horacio Rodríguez Larreta y quedé. Y así empecé a vincularme con el PRO, del que claramente me atraían sus valores originales, su espíritu transformador, su foco en el hacer. Al tiempo pasé a trabajar en la Provincia de Buenos Aires, como vicejefe de gabinete en el gobierno de María Eugenia Vidal y, luego de volver a la Ciudad, en 2021 me ofrecieron encabezar la boleta de legisladores de la Ciudad del PRO.
Desde entonces soy Legislador, con la particularidad que entre 2021 y 2023 presidí la Legislatura, como su Vicepresidente 1°.
Si alguien visitara por primera vez la Ciudad, ¿cuáles serían los primeros cinco lugares que no podría dejar de conocer?
Hay miles de lugares: ir al teatro en Avenida Corrientes (y a sus pizzerías después de la función), a Caminito, las zonas de Chacarita y Devoto donde están creciendo polos gastronómicos muy interesantes y después Palermo, donde hay muchísimos parques donde voy a pasear con mi perro Loki y se disfruta en familia.
De acuerdo a su profesión o interés, ¿qué temáticas aborda como legislador?
La Ciudad y los porteños van a un ritmo mucho más rápido que el de la política, por lo que la expectativa es estar a esa altura y trabajar a esa velocidad.
Por eso el punto de partida para mi trabajo en la Legislatura está en escuchar primero a los ciudadanos. Para eso abrí mi agenda y dedico varias horas por semana a reuniones con vecinos que se anotan por redes sociales, por la aplicación Calendly. Traen temas que les preocupan, problemas concretos o soluciones e ideas para abordarlos. Eso suma muchísimo para trabajar juntos los proyectos, y ya hicimos más de 200 reuniones por Calendly en el año.
Hay un tema que me convoca en particular que es el bienestar animal. Hoy 4 de cada 10 familias de la Ciudad tienen un perro o un gato, y el lugar que ocupan en nuestras familias es central, son nuestros perrhijos. Eso plantea desafíos para su cuidado, para pensar la Ciudad, que me parece clave abordar.
Lo estamos haciendo con una serie de 5 proyectos de ley que resumimos como Ley Huellas. Vivir en la Ciudad es cruzarse con animales, en el edificio donde uno vive, corriendo en una plaza o caminando por la calle. Hay 858.000 perros y gatos sólo en la Ciudad, 4 de cada 10 familias tienen un perro o un gato, entonces es urgente ocuparnos de sus cuidados y de la convivencia entre humanos y animales.
La Ley Huellas busca tres cosas. Primero, reconocer el lugar que ocupan los animales en las familias y los cuidados que tienen que recibir, tanto de las personas como del Estado. Segundo, llevar tranquilidad a todos los que dejamos animales en guarderías o con paseadores, de que van a tener normas y reglas que seguir para cuidarlos, y de que van a estar capacitados. Y tercero, llevar seguridad de que en la Ciudad no hay lugar para el maltrato, poniendo todas las herramientas que hacen falta para cortarlo.
Otra temática que me convoca personalmente es la diversidad y los derechos de la comunidad LGBT+. Buenos Aires ha sido pionera en la defensa de sus derechos, y yo soy un privilegiado por la respuesta de mi familia y mis amigos, pero no es el caso para todos. Siguen existiendo agresiones, discriminación, discursos de odio, frente a los que tenemos que ser muy firmes y marcar que esto no es un debate partidario, esto es una cuestión de derechos básicos.
¿Cuáles deberían ser los lineamientos del desarrollo económico porteño?
Como máxima creo que cada persona que viva en la Ciudad tiene que tener la oportunidad de desarrollar sus proyectos. Necesitamos un Estado que facilite y no entorpezca, que genere espacios para que todos los que vengan a Buenos Aires encuentren una oportunidad.
Para eso, la igualdad en el punto de partida me parece fundamental. Si tuviéramos un bolillero con la posibilidad de elegir una y nacer en la piel de cualquier otra persona al azar, no creo que muchos se animen a hacerlo. Porque claramente las oportunidades no son las mismas dependiendo de dónde naces, qué escuela vas, qué hace tu familia. Ahí es donde la Ciudad tiene un rol clave para achicar esas brechas. Por ejemplo, con una base de herramientas a las que todos tienen que poder acceder a través de una educación pública de calidad.
Más allá de eso, el Estado tiene sus responsabilidades: la infraestructura ―por ejemplo en el Sur de la Ciudad―, la movilidad, simplificar lo más posible su vínculo con los ciudadanos que busquen emprender, generar trabajo, y potenciar sus ideas. La Ciudad que yo sueño es una ciudad que potencie tus ideas, que puedas venir y saber que acá podés hacer tu vida, conseguir un buen trabajo, crear tu negocio.
¿Qué cambios educativos, pedagógicos o institucionales propone para las nuevas generaciones?
La Ciudad avanzó muchísimo en temas educativos, con reformas muy importantes de la carrera docente y los planes de estudio. Pero, como decía antes, la sociedad va a otra velocidad, avanza, evoluciona y la Ciudad tiene que acompañar ese ritmo. Creo que tenemos que replantearnos, de cara al futuro, cómo nos prepara la escuela.
Con respecto a lo institucional, es un tema que me ocupa y sobre el que presenté varios proyectos en la Legislatura, centralmente por la necesidad de abrir las instituciones a los ciudadanos.
La sociedad va a un ritmo y una velocidad muchísimo mayor que la de la política. Mientras la gente vive en el siglo XXI, las instituciones de gobierno fueron creadas básicamente en el siglo XIX. Ese desfasaje tenemos que resolverlo, y yo estoy convencido de que hay que hacerlo dándole lugar a las ideas y soluciones que proponen los ciudadanos en el debate público.
Por eso propuse, por ejemplo, Asambleas Ciudadanas para tener una mejor herramienta de debate con los vecinos y expertos en una temática. Que a partir de jornadas de debate puedan ofrecer una recomendación a la Legislatura.
¿Cómo entiende la autonomía de la Ciudad, con el traspaso de la Justicia y la implementación de los juicios por jurado?
Me parece que es lo que todos los porteños esperamos, poder decidir por nosotros mismos cómo queremos que sea nuestro gobierno, nuestras leyes, y eso obviamente incluye a la Justicia. Hay muchos temas en los que la Ciudad depende de leyes y regulaciones nacionales, que sería muy beneficioso para los porteños poder trabajarlos en la Ciudad misma, con las ideas de los ciudadanos y su participación.
¿Cómo evalúa y proyecta la descentralización de la Ciudad y las Comunas?
Me parece clave la descentralización y, en línea con la necesidad de participación ciudadana que mencionaba anteriormente, pueden tener un rol muy importante. Eso no quita que esté pendiente un debate sobre su estructura y sus funciones, que han ido cambiando sin llegar a consolidarse.
¿Qué análisis tiene sobre la reconversión del centro porteño y la crisis habitacional post pandemia?
Es un proyecto muy interesante, porque claramente el centro tiene otra dinámica a la de hace 10 o 20 años. Esto se suma a un fenómeno urbano que se da en todo el mundo, que es que crece el porcentaje de personas que alquilan sobre el total de habitantes: la inquilinización. Eso nos lleva a repensar cómo se construyen las ciudades y qué políticas son necesarias.
Volviendo a Buenos Aires, como inquilino conozco lo difícil que puede ser conseguir un departamento y la cantidad de trabas que hay una vez que conseguís uno para entrar, por ejemplo, cuando uno no tiene una garantía o cuando viene a estudiar del interior.
Trabajamos mucho en el tema desde la Legislatura y el Poder Ejecutivo para llevar un paquete de soluciones en 2023, porque claramente era un reclamo ciudadano muy importante.
¿Qué ciudad imagina en el futuro?
Me imagino una Ciudad de Buenos Aires que va a la velocidad de las grandes ciudades del mundo. Desde hace diecisiete años se vienen haciendo muchas transformaciones, pero hoy creo que es necesario pensar las que vienen para que la Ciudad vaya a esa velocidad, para ir cada vez más rápido.
Tiene que ser inclusiva, con igualdad de oportunidades para todos, y donde cada persona que venga pueda hacer realidad sus ideas y proyectos. Donde la educación sea prioridad, la cultura tenga su lugar y donde la tecnología se aproveche para crecer y generar oportunidades.
Y, por sobre todas las cosas, tiene que estar abierta a la participación y las nuevas ideas, a pensar las soluciones de manera colectiva con los ciudadanos, con el sector privado comprometiéndose y con el Estado haciéndose cargo de sus funciones.