A horas del comienzo de la veda electoral, los spots de campaña están a punto de perecer. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el especialista en comunicación y semiótica, Nicolás Canedo, analizó las principales estrategias discursivas de los partidos: desde el oficialismo, que apeló al esfuerzo y a la esperanza futura, hasta la oposición que centró su mensaje en frenar a Milei.
En el caso del spot de La Libertad Avanza, protagonizado por Diego Santilli y Karen Reijard, Canedo señaló una serie de “desajustes comunicacionales” dentro de la estrategia oficialista. El especialista destaca que la pieza intenta simplificar el uso de la boleta única, pero termina revelando tensiones internas: la mención velada a José Luis Espert, a quien se alude como “una persona que bajó su candidatura”, evidencia un tabú dentro del discurso del gobierno. Para Canedo, esa omisión deliberada contrasta con el tono épico de la música y deja al descubierto una contradicción entre el relato de transparencia y la necesidad de ocultar los conflictos propios.
Además, el especialista observa que el spot pone en escena la dificultad del oficialismo para sostener una línea comunicacional coherente. Mientras otros mensajes del espacio mantienen un tono combativo y acusan al kirchnerismo de “romper todo”, esta pieza opta por un registro más contorsionado, intentando explicar lo inexplicable. La decisión de invisibilizar a Espert, aún cuando su imagen aparece fugazmente en pantalla, se convierte, según Canedo, en una metáfora de los límites del discurso libertario: una campaña que busca proyectar fuerza, pero que termina mostrando sus fisuras.
Por su parte, el spot de Fuerza Patria presenta una escena cotidiana en una plaza, donde un hombre con estética similar a Javier Milei irrumpe para increpar a una pareja de mujeres, con frases que remiten al discurso libertario sobre la “ideología de género”. Para Nicolás Canedo, esta pieza se inscribe en una serie de spots que buscan representar distintas problemáticas sociales, desde la identidad hasta el trabajo o la educación, siempre con el mismo personaje que encarna al presidente. Según el especialista, el anuncio funciona como una sátira del retroceso en materia de derechos y pone en evidencia la distancia entre el discurso moralista del oficialismo y la realidad de sus dirigentes, que se presentan como defensores de la familia tradicional sin ajustarse a esos valores en su vida privada.
Canedo interpreta que esta estrategia comunicacional busca consolidar a Fuerza Patria como la principal referencia del progresismo frente a un gobierno de tono regresivo. Sin embargo, advierte que el impacto electoral de este tipo de piezas dependerá de su capacidad para disputar el mismo electorado que el Frente de Izquierda y otros espacios con agenda similar. El spot, afirma, no intenta convencer a nuevos votantes sino reforzar la identidad de su base, apelando a la empatía con las luchas feministas y de la diversidad. En ese sentido, más que polarizar con el oficialismo, busca posicionarse dentro del universo progresista como el espacio que mejor encarna la defensa de esos derechos.
