EL TITULAR DE LA MENTIRA
“¡Resisten los manteros!”, reza, cuando en realidad, los que resisten son los abnegados porteños que todavía no han tomado vacaciones, y deben soportar bajo temperaturas sofocantes, que un grupo que no supera la veintena de sujetos, con la inestimable cooperación de las Policías Metropolitana, y/o Federal, corten Avenida Corrientes en su intersección con Florida.
Quizá Ud., se esté preguntando como es posible que estos muchachos y muchachas, no cuenten con algún programa social que les permita igualmente tomar vacaciones. Cuando digo igualmente, me refiero a los chicos de Quebracho, y toda otra Organización de esas que se encargan de romper lo que encuentran a su paso, incluidas sus atribuladas pelotas. Ocurre que los manteros – cuando menos éstos –, laburan para el turismo. Efectivamente; todo extranjero que desea conocer Buenos Aires, por lo general elige ésta época del año, donde en el Norte y en Europa, están padeciendo un crudo invierno. Por otra parte, por lo general se alojan en buenos hoteles, y no deben soportar la presencia de pungas y arrebatadores que al igual que Ud., se encuentran en La Felíz, tal cual lo mostrara una cámara con teleobjetivo, ubicada en algún lugar elevado y estratégico de la peatonal.
Por supuesto que no puedo evitar el repreguntarme, como es posible que no se les obligue a liberar esa intersección, de intenso tránsito vehicular y peatonal. ¡Y los tipos y tipas, resisten, porque detrás de ellos existe toda una organización no dispuesta a ceder, ni acatar una Ley recientemente sancionada por el Consejo Deliberante! Pero a todo esto, se agrega un componente que hace más patética la cosa. Funcionarios que pretenden establecer un diálogo con los “artesanos”, en términos más que amistosos, donde no falta el “tuteo”, y el toqueteo estéril y fuera de lugar. ¡Así nos va, por supuesto!.
Ahora, y con el firme propósito de envenenarle, le propongo hagamos una proyección a futuro inmediato…digamos mediados de febrero próximo. Para entonces, ya casi todos estarán de vuelta, y dentro de esos todos, víctimas y victimarios. Entre los primeros, estarán aquellos y aquellas que tomarán conocimiento de las facturas de las distintas prestaciones de servicios, agregado al aumento de la factura común, leche, harina, pan, yerba, forros, fósforos, y todo otro artículo de primera necesidad, que suponían solo elevados, para ese lugar de vacaciones elegido, donde habitualmente, y luego de esperarle por más de ocho meses, a uno le rompen el culo, impiadosamente. ¡Y le aseguro que será para quilombo!. Ocurre que esta vez, no se tratará del vecino asesinado, cuando en realidad, uno cuenta con un número importante de vecinos, circunstancia que hace posible, se le olvide rápidamente, luego del aplauso que ya muerto, le erige en ese ídolo “distinto”, a quien nadie pretende emular.
Entre los segundos, los hijos de puta de siempre, con la energía intacta o recuperada, que les permita retomar el ejercicio del ataque y la provocación supinas. No les voy a dedicar más espacio del que ya tienen y disponen a voluntad, “custodiados por expertos”. ¿Usted?…Usted se jode por obra y gracia, además, de ese poder de asimilación que le caracteriza, y del que tanto debo aprender.
Aproveche ésta quincenita que le queda, manteros incluidos. Hágame caso. Por otra parte, y a determinada hora del día, los tipos y tipas se rajan. Además, y si desea salir a cenar en compañía de su esposa, concubina, amante, novia, rebusque, o como prefiera llamarle, no necesariamente tiene que andar por ahí, cuando la Ciudad le ofrece un sinnúmero de lugares donde poder pasar una más que agradable velada, rotura de culo incluida, a la hora de pedir la cuenta. ¿Qué me cuenta?.
Ricardo Jorge Pareja
