Política

ESTABA ALCOHOLIZADO, CONDUCÍA UN VEHÍCULO

Cuando lo positivo es Tomar Conciencia

Estaba alcoholizado, conducía un vehículo

Y así, mató a una persona. Hasta aquí es un hecho tan trágico como tristemente célebre en la Argentina. Pero, la historia adquiere mayor dramatismo, cuándo podría haberse prevenido 45 minutos antes de un accidente que terminó con la vida de una persona

¿Cesará alguna vez?
¿Cesará alguna vez?

Un policía marplatense, llamado Daniel Latarsa, advirtió a las autoridades casi una hora antes del episodio y en varias oportunidades. Sus recurrentes llamados al 911 fueron en vano.El conductor Juan Carlos Choque Tito, estaba ebrio y conducía por la ruta 11 zigzagueando. Los autos que pudieron, lo esquivaron. Pero hubo alguien que no pudo, Carlos Díaz falleció al salir despedido de su vehículo y golpear contra el asfalto.

Una de las tantas paradojas de esta situación, es que el hecho sucedió el pasado 1 de enero, y el responsable fue detenido, pero seis días después salió en libertad ya que la figura jurídica que se aplica en este caso estipula una pena de hasta cinco años y es excarcelable. Lo único que Juan Carlos Choque Tito tiene prohibido es conducir un automóvil.

La pregunta natural, es ¿porqué el hecho se conoce recién ahora? El policía marplatense que intentó prevenir el hecho al no ser escuchado, ni ayudado por las autoridades correspondientes, decidió recurrir a los medios de comunicación, una historia cíclica y permanente en los casos de impunidad en el país. Cuando lo institucional abandona, sólo queda la prensa.

Esta es una constante en la Argentina. Cuando las personas que han padecido o padecen una injusticia, prácticamente naturalizan que están a “la buena de Dios”. La Justicia se relativiza, y así las víctimas de un delito acuden a los medios de comunicación para visibilizar su padecimiento, tener voz en alguna parte. El camino mediático, a veces, se presenta cómo la única o la última posibilidad para enmendar lo irremediable.

En el país, nadie olvida por ejemplo en caso María Soledad Morales, una joven que murió asesinada en manos de los hijos del poder catamarqueño. Durante el juicio, los jueces se hacían señas entre ellos para acordar la impunidad de los imputados. La televisión detectó la irregularidad, pero ¿qué hubiera pasado si nadie lo hubiera visto? La impunidad era el resultado. La lucha de su madre, Ada Morales y de la hermana Martha Peloni, sumado al apoyo de la prensa, fue crucial para lograr que se haga justicia por la adolescente.

El caso del joven muerto en un accidente de tránsito absolutamente prevenible es otro eslabón de una cadena de imprevisiones que parece nunca cerrarse ¿Cuál fue la respuesta de las autoridades? Apenas conocido el video que exhibía el accidente, ningún funcionario gubernamental dio explicaciones. Recién ayer, ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal brindó algún tipo de justificación a lo sucedido. ‘Los seis despachos del 911 ordenados a Seguridad Vial para que tomen medidas del asunto están siendo investigados por Asuntos Internos y hoy se le tomará declaración a todo el personal involucrado’, dijo el funcionario al diario La Nación.

Hoy el responsable está libre, y hasta su mismo abogado reconoce la realidad de la situación. ‘Estaba alcoholizado, estaban en una fiesta, es lo que recuerdan y nada más’, reconoció José Equiza, abogado del imputado en declaraciones a TN.

Insólito, absurdo, triste y por sobre todas las cosas previsible. Las tragedias siguen ocurriendo. Las autoridades siguen haciendo ojos ciegos y oídos sordos.

No hay respuestas, todavía hay una sociedad esperando.

Eugenia Plano
para www.vidapositiva.com y Noticiario Sur

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