DOCENTES: LA ETERNA LUCHA (II)
VACANTES PRO
Durante este mes se realiza la inscripción en las escuelas medias para aquellas y aquellos que buscan una vacante en sus aulas. Por supuesto, la gran mayoría proviene de la zona sur, cuyas aulas no tienen más lugar. Se dispusieron tres Centros de Reubicación; uno de los cuales, se encuentra en la Avda. Lacarra; otro, en la Avda. Triunvirato y el último, en la calle Cochabamba, en los cuales debería estar procediéndose a adjudicar las vacantes de acuerdo a la capacidad disponible en cada escuela según el pedido de los padres.
Sin embargo, una nueva vuelta de tuerca desde las autoridades educativas permite suponer que dicha adjudicación será realizada en favor de aquellas escuelas que no van a cerrarse, las cuales tendrán cursos entre 40 y 50 alumnos. Muchas y muchos docentes están volanteando para lograr captar alumnos para sus escuelas. El Vieytes no es la excepción a la regla. En el Editorial anterior «El Hipólito Vieytes » en peligro» habíamos afirmado que se estaban derivando alumnos, desde los Centros de Reubicación, a otros que no fuesen el tradicional comercial del barrio de Caballito, pero las travesuras PRO continúan…
Ocurre que la estrategia macrista pasa ahora por demorar la adjudicación de vacantes con la finalidad de otorgarles algún lugar en las escuelas que el Ministerio ha «elegido». Por dicha razón, durante la semana pasada, muchos padres se fueron con un turno para el jueves o viernes de esta semana. ¿Casualidad? No, causalidad. Ya están elegidas las escuelas que cerrarán a partir de abril próximo. No se trata de atender mejor a los padres, porque algunos de ellos manifestaron su disconformidad por el trato recibido en los referidos Centros, sino de dirigir la demanda educativa.
Otra de las estrategias para evitar la captación por parte de las y los docentes fue hacer entrar a padres y alumnos al salón de actos, y luego no permitirles la entrada para el volanteo. Algunos salieron con su vacante, pero en cualquier otro colegio menos «El Vieytes».
Indudablemente estamos en presencia de un genocidio educativo sistemático. Que no solamente se circunscribe a una reubicación. También a los micros para las y los alumnos de la Villa 31, para hacerlos desistir de concurrir a la Escuela «Primera Ministro Indira Gandhi». El 70% de esos niños ocupan dicha institución educativa. Una vez más, vaciar para cerrar una escuela y por si fuera poca cosa, encerrar a los pobres en su pobreza, al igual que a quienes residen en Soldati o Villa Lugano; es decir, incrementar la segmentación del sistema educativo porteño.
Por otra parte, el otro gran objetivo dista de ser pedagógico. En todo caso, es utilitario. Crear cursos numerosos para estimular la ley del más fuerte a nivel intelectual. En un grado o división con más de 35 alumnos, solamente puede seguir aquel alumno que pueda sobreponerse a las dificultades que ello supone. Demás está decir, que el desgranamiento y la deserción escolar están garantizados. Pero eso no importa: son pobres…
Vacantes PRO es el sistema elegido para redistribuir la matrícula excedente en la zona sur. Pero en aquellas instituciones que elija el Gobierno de la Ciudad. Las instituciones educativas tienen la obligación de inscribir a cualquier alumno que se presente y de allí, que buscan impedir la captación por parte de las y los docentes de las escuelas afectadas. Y es probable que, en estos días, salga algún otro memorándum al estilo militar, como en ocasión de las tomas estudiantiles, para ordenar que las inscripciones deban pasar obligatoriamente por los Centros de Reubicación. Teniendo en cuenta el estilo del gobierno macrista no debería extrañar demasiado.
Los grandes perjudicados son los pibes y los padres. Los primeros, porque pierden días de estudio pese a que el Ministro Bullrich pretenda que vayan a clase y los segundos, peor aún, porque pierden días de trabajo gracias a la burocracia PRO al tratar de inscribir a sus hijos.
Otras versiones que surgieron durante la semana pasada, afirmaron que esta relocalización tiene el fin de finalizar las locaciones de los inmuebles en donde se encuentran actualmente varias escuelas de la Ciudad. Otra vez, la relación costo – beneficio tensa la cuerda de los derechos sociales a manos de una gestión empresarial antes que estatal.
Creemos, no obstante, que ello puede ser una causal pero no es la de fondo. La verdadera es continuar el proceso de exclusión social iniciado en el 2007. De eso se trata. Que la pobreza se quede en la zona sur y que la burguesía se forme en las instituciones de la educación privada es el gran objetivo PRO. Que el hijo del portero y el de la mucama vayan al colegio donde viven originariamente, no en el barrio donde trabajan; que el hijo o hija del cocinero del bar de la esquina sigan en la escuela donde maman la indigencia junto al del repositor del supermercado.
Nuevas mañas para un objetivo conocido se están implementando. Pero las y los docentes seguirán luchando por esa escuela pública a la que le dedicaron tantos años de su vida. Y no habrá adjudicaciones de «prepo», ni falta de micros. Porque ellas y ellos siguen luchando en la calle y en la escuela…
Prof. Juan Carlos Sánchez