Hace 24 años, y gracias a la participación vecinal, nació el Parque Federal de la ciudad de Santa Fe como espacio verde público. Ubicado en el centro geográfico de la ciudad, se trata del «corazón verde» santafesino.
Antes de esto, Alejandro Álvarez, presidente de la Asociación Parque Federal, comentó que hubo un predio ferroviario que funcionó durante casi un siglo, en cuyos alrededores se construyeron los barrios de los trabajadores. Sin embargo, se transformó en un sitio abandonado, tras el desmantelamiento de los trenes en la Argentina.
Más adelante, los municipios reclamaron que este tipo de espacios pasaran a formar parte del patrimonio local. Para el Parque Federal, la idea era su cambio a un parque público. Siendo el tercero más grande del distrito y haciendo alusión con su nombre a la Constitución Federal. A partir de ese momento, comenzaron las promesas para transferir los terrenos y la realización de obras.
Cuando los vecinos llegaron, quienes formaron una asociación en medio de la crisis de 2001; les decían que era el Parque Federal, pero prácticamente era un mega baldío, con asentamientos precarios y ruinas ferroviarias. De este modo, trabajaron en el armado del espacio verde con las limitadas herramientas disponibles.
Seis años después, iniciaron el vínculo con el Parque Avellaneda, compartiendo la visión de espacio público como un lugar colectivo. Lo que sirvió como puntapié para bucear en la gestión asociada y ver cómo implementarla. Así formaron la Mesa de Trabajo y Gestión, y en 2010 lograron la sanción de la ordenanza que promueve la articulación entre la ciudadanía y los gobiernos. Si bien fue una grata noticia, lo cierto es que cuesta hacerlo realidad.
«Es otro paradigma. Otra forma de pensar la democracia; vínculo Estado y comunidad. Salir de la lógica de la vereda de enfrente: Yo te reclamo y el funcionario te da o no, según su disposición. Fue un proceso con altibajos», relató Álvarez en diálogo con FRECUENCIA ZERO.
En este camino y después de cambios gubernamentales, concretaron la voluntad política, lo que se reflejó en inversión. Hubo una primera etapa de obras, «que le cambió la cara en 2011», y después quedaron inconclusos los otros proyectos. Actualmente, no hubo más respuestas en medio de una gestión que afronta la pandemia del Coronavirus y la crisis económica. No obstante, la ciudadanía puso manos a la obra en el Plan Integral de Manejo.
