CUIDACOCHES ILEGALES: UNA ACTIVIDAD SIN CONTROL EN LA CAPITAL
por Andrés Penachino
El jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, pidió ayer que se modificara el Código Contravencional porteño para poder sancionar la actividad de los «trapitos» en la ciudad de Buenos Aires.
El pedido del jefe de la fuerza de seguridad porteña apunta a los legisladores del distrito y se fundamenta, por un lado, en el aumento de las denuncias por la proliferación de esta actividad ilegal en la ciudad y, por otro, en la necesidad de agilizar el mecanismo de la ley para que la policía a cargo de Burzaco, y próxima a comenzar a actuar, no se tope con impedimentos para erradicarlos.
Ayer y anteayer, en los alrededores de la cancha de River, los «trapitos» cobraban hasta 60 pesos por dejar estacionar un vehículo. La Policía Federal apostada en la zona no intervino, a pesar de que la extorsión a los asistentes al recital en muchos casos era ostensiblemente visible, según relataron numerosos vecinos.
«El artículo 79 del Código Contravencional en vigor exige comprobar el hostigamiento para castigar la falta. Es decir, si una persona deja el auto en River o en cualquier otro lugar donde el estacionamiento es libre y un «trapito» le exige dinero tiene que tener un testigo que diga que fue hostigado o bien hay que sorprender al «trapito» in fraganti para poder castigar esa actividad. Por eso, es necesario que se prohíba directamente esa exigencia de dinero», dijo Burzaco.
El funcionario aseguró que el castigo a los «trapitos» es inaplicable en la práctica. «Necesitamos un marco normativo para que la Policía Metropolitana pueda actuar con mayor facilidad frente a este hecho», dijo.
Consultado sobre por qué creía que la Policía Federal no actuaba ante este tipo de contravenciones, Burzaco dijo: «La Policía Federal está sobrepasada de trabajo; se ocupa de las cuestiones más graves. Cuando la Metropolitana salga a la calle se podrá trabajar en conjunto».
Legisladores de la oposición consultados ayer por la Nacion se manifestaron en contra de reformular el Código Contravencional. Algunos creen que, detrás de esta modificación que pretende el macrismo, se impulsan otras reformas al Código. De hecho, según fuentes, el Poder Ejecutivo trabaja en un proyecto junto con la Procuración porteña para modificar el artículo 81 sobre la oferta y demanda de sexo en la vía pública, algo que está prohibido en determinados sitios y que, sin embargo, se practica sin castigo alguno.
Burzaco también ve con buenos ojos la incorporación de la figura del merodeo en la ley porteña, que ya había sido impulsada en la provincia de Buenos Aires por el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli. «Es una herramienta muy útil porque, si una persona que vive en La Matanza y está en la Capital, no puede explicar qué es lo que está haciendo, esa figura serviría para detenerla», dijo.
El legislador Martín Hourest (Proyecto Sur), opinó que «el macrismo utiliza un caso emblemático para abrir un canal de discusión y así poder incorporar otras reformas al Código, como castigar la protesta social o incluir el merodeo».
Antecedente oficialista
El 14 de octubre pasado, el diputado macrista Martín Borrelli presentó un proyecto en la Legislatura para prohibir la actividad de cuidacoches. «Prohíbase en la ciudad de Buenos Aires la actividad de cuidacoches sin autorización legal», reza uno de sus artículos, y define como cuidacoche «a la persona, que ofrece voluntariamente y sin guardar relación alguna con el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el servicio de estacionamiento para un vehículo en la vía pública».
Según el diputado Diego Kravetz, presidente de Bloque Peronista, la responsabilidad de controlar a los «trapitos» es de Macri. «Nosotros estamos abiertos a discutir todos los temas relacionados con la seguridad, pero Macri, en lugar de sacar la policía a la calle, se ocupó de formar un equipo de inteligencia. Si estuviese la policía funcionando, tendría que pescarlos in fraganti «, dijo.
Las asociaciones vecinales Defendamos Buenos Aires, encabezada por Javier Miglino, y Malditos Parquímetros, por Sandra Vellido Montañeses, tomaron fotografías, ayer y anteayer, de los «trapitos» en la zona aledaña al estadio de River. Ambas asociaciones sumaron pruebas testimoniales de la actividad, pero no radicaron denuncias. Hasta anoche, la Fiscalía General de la ciudad tampoco había actuado en virtud «de no haber estado en el lugar ni de haber recibido denuncias sobre ese tema», dijeron en ese organismo.
Artículo y reformas
Cuidacoches: el artículo 79 del Código Contravencional porteño establece que «quien exige retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública, sin autorización legal, es sancionado con uno a dos días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 pesos a 400 pesos».
Proyecto en estudio: la iniciativa del macrismo en la Legislatura porteña busca «prohibir la actividad de cuidacoches sin autorización».
Qué cambiaría: la modificación tiende a subsanar algo que reclaman tanto fiscales como policías: que se castigue la actividad en sí del cuidacoche y no la exigencia de dinero, que, la mayoría de las veces, es muy difícil de probar, pues se necesita que se la detecte in fraganti, además de que la víctima consiga un testigo para sostener su denuncia.