Sociedad

UNA NUEVA EPIDEMIA: LAS CAÍDAS DE ALTURA EN LAS VILLAS

se producen por la falta de seguridad en las construcciones informales de alto de las villas

CAÍDA LIBRE

Desde hace tiempo, funcionarios médicos del gobierno porteño, vienen advirtiendo sobre la enorme proliferación de accidentes graves o fatales, de personas de toda edad, que caen desde las recientes edificaciones altas de las villas que cada día crecen más hacía arriba. En el último número de Noticiario Sur, fue el director del Hospital Santoianni quién advirtió de este nuevo fenómeno que ya tiene rango de epidemia.

Ahora, la Defensoría, la Asesoría General Tutelar, el CeSAC 18 y el Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud porteño presentaron un claro informe sobre lesiones por caídas desde escaleras y losas. Los niños de 1 a 5 años, las principales víctimas.

El documento indaga sobre una problemática compleja y que se encuentra poco visibilizada: las caídas de altura y sus consecuencias; y es producto de un proceso de trabajo intersectorial. A su vez, da cuenta de los principales resultados de un relevamiento efectuado en el barrio y se propone interpelar a los organismos estatales responsables tanto en materia habitacional como de salud pública.

La investigación fue impulsada por el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) 18 de Villa Lugano, con la participación de las Áreas de Derechos Sociales y Derecho a la Salud de la Defensoría del Pueblo porteña, la Oficina de Atención Descentralizada de Villa Soldati-Nueva Pompeya de la Asesoría General Tutelar (AGT), el Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud porteño y la Junta Vecinal de la Villa 20, luego de reconocer una preocupación común con el Cesac 40 del Bajo Flores, el Distrito Escolar 21 y el Servicio de Pediatría del Hospital Piñero, donde en los últimos meses se atendió a varios de los chicos que sufrieron caídas desde altura.

El relevamiento efectuado contempló las viviendas de las 30 manzanas que ocupa la Villa 20 en Lugano y sus autores afirman que la situación se replica en el resto de las villas porteñas. Allí, en el último año, el CeSAC 18 había detectado 16 casos de lesiones por caídas, principalmente desde escaleras sin barandas o improvisadas, lo que motivó la realización del estudio.

A partir del análisis de la información recopilada pudo saberse que una quinta parte de la población infantil de entre 1 y 5 años se cayó por lo menos una vez desde escaleras, losas, terrazas y ventanas sin la protección adecuada. Y una de cada tres de esas caídas volvió a ocurrir con lesiones que fueron de leves a graves.

«El 87% de los traumatismos por caídas ocurre en el hogar, donde el mayor elemento de riesgo son las escaleras, y la primera infancia es la edad de mayor riesgo, ya que el 57% de las lesiones sucede en los niños de entre 1 y 5 años, y el 22% en los menores de 1 año», aseguran los autores del informe.

La caída de altura no es un accidente porque se puede evitar. La Organización Mundial de la Salud la incluye en la lista de las lesiones no intencionales, que son aquellas que se producen por factores externos, como por ejemplo la precariedad edilicia en esos asentamientos. La caída es de altura cuando se produce desde un metro o más para los chicos de hasta 2 años y de dos metros o más para los mayores de 2 años.

En la villa relevada, 4 de cada 10 chicos que se cayeron sufrieron lesiones graves (fractura de cráneo, por lo menos dos traumatismos encefalocraneanos, herida en la cabeza, traumatismo de cráneo, fractura de brazo o muerte). El resto sufrió lesiones moderadas (que exigieron algún tratamiento ambulatorio) y leves.

Casi un 20% de los habitantes de la Villa 20, ubicada en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, sufrió al menos una caída de altura, en muchas ocasiones con consecuencias graves, lo que según los investigadores representa «una problemática habitacional y de salud pública».

El 41% de los lesionados padeció secuelas como dolores en el cuerpo, esguinces y trastornos emocionales. La mayoría tenía 2 años, según informó el Servicio de Pediatría del Piñero y se confirmó con los datos que recolectó la Oficina de Atención Descentralizada de los hospitales porteños (a la AGT le resultó difícil recopilar los datos porque no existe un registro específico de caídas de altura).

En las 1542 viviendas relevadas se detectaron 1647 deficiencias, entre ellas 536 balcones, 566 terrazas, 443 ventanas y 102 escaleras externas sin las medidas de seguridad adecuadas. Cuando se les preguntó a los encuestados que refirieron haber sufrido alguna caída si habían podido realizar modificaciones en las condiciones de seguridad de sus viviendas, dos tercios respondieron que les resultaba imposible en su mayoría por motivos económicos.

Conclusiones y recomendaciones

A partir del diagnóstico realizado, los autores del informe concluyeron que “estamos frente a una problemática epidemiológica que se encuentra invisibilizada y que, en virtud de la magnitud y recurrencia que hemos dimensionado, requiere ser abordada mediante una política integral. Es fundamental la intervención de los organismos competentes, tanto en materia sanitaria como habitacional. La problemática de fondo es la demora de 30 años en la urbanización de las villas de emergencia, asentamientos urbanos y núcleos habitacionales transitorios de la ciudad de Buenos Aires, y particularmente los 8 años de incumplimiento de la Ley de Urbanización de Villa 20.En el contexto actual, las siguientes recomendaciones deben leerse en dos sentidos: por un lado, las que apuntan a una mayor visibilización, sistematización y abordaje integral de la problemática desde distintos ámbitos; y por otro, aquellas que se enmarcan en la línea de reducción de riesgos y daños»:

1. Garantizar a través de los organismos competentes del GCBA el cumplimiento de la Ley de Urbanización 1770.

2. Otorgar mayor visibilidad a la temática en la comunidad a través de los distintos efectores del GCBA, desarrollando campañas de prevención y promoción para reforzar la concientización de forma intersectorial (salud, educación, vivienda, etc.).

3. Garantizar que tanto SECHI como UGIS arbitren los recursos materiales y técnicos para garantizar las medidas de reducción de riesgos: entrega de rejas de protección, vallas de seguridad u otros elementos protectores, hasta tanto se efectivice la urbanización del barrio.

4. Coordinar entre los organismos correspondientes del GCBA un circuito de denuncia/notificación para las lesiones por caídas de altura. Que tales registros lleguen a las áreas de salud y vivienda para su abordaje y que se incluyan las caídas de alturas en el sistema SICeSAC.

5. Crear centros de consulta en los barrios para las familias, en donde se realicen talleres y se brinde asesoramiento para mejorar la seguridad de los hogares.

6. Brindar recursos específicos a centros de salud y hospitales para la atención de los pacientes una vez producida la emergencia.

7. Desarrollar mecanismos de control en la construcción de nuevas viviendas en las villas y asentamientos de la ciudad.

8. Promover que los elementos de riesgos se registren en los informes sociales que realiza la UGIS, incluyéndolos como variable a observar.

9. Efectuar diagnósticos de situación en otras villas y asentamientos”.

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