INCREÍBLE: LA NUEVA CÁRCEL DE CONTRAVENTORES NO TIENE DETENIDOS
SE INAUGURÓ HACE MÁS DE DOS MESES. TIENE 10 CELDAS Y POR AHORA SÓLO HUBO TRES PRESOS QUE YA CUMPLIERON LA CONDENA
Por: Andrea Glikman
EL PRESO NÚMERO CERO
El 10 de junio se inauguró la cárcel para contraventores en Nueva Pompeya. Desde esa fecha, hasta hoy, sólo 3 personas quedaron detenidas.
Dos de los presos cumplieron una condena por conducir alcoholizados. La pena implicó un día de cárcel para uno y dos para el otro. En tanto, un tercer hombre estuvo alojado allí por violencia de género. Desde entonces, las 10 celdas del establecimiento están vacías, a la espera de un cuarto condenado, que llegará en los próximos días, también por violencia de género.
Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad estimaron que en un mes se resolverán otros casos cuya sentencia aún no está firme, por lo que ingresarán a la cárcel unas 30 personas, como mínimo, de acá a fin de año.
Entre los delitos que son penados con días de prisión, se encuentran: hostigar, maltratar e intimidar (de 1 a 5 días de arresto), conducir alcoholizado (1 a 10 días), violar una clausura impuesta por una autoridad judicial (5 a 20 días), arrojar sustancias insalubres o dañinas en lugares públicos (de 3 a 30 días), portar armas blancas o de aire comprimido en la calle (5 a 15 días), revender entradas (2 a 10 días), vender alcohol a menores o fuera de horario (de 2 a 10 días), correr picadas (de 5 a 30 días), violar barreras de tren (de 1 a 5 días), entre otras. Las penas no pueden superar los 60 días, excepto en casos relacionados con el juego clandestino, en los que alcanzan los 3 meses.
El inmueble fue construido por el Consejo de la Magistratura, en la calle Beazley, en Nueva Pompeya, donde antiguamente funcionaba la editorial Santillana. Su costo total fue de unos $ 20 millones. Cuenta con 4.000 metros cuadrados con 10 calabozos (6 para hombres y 4 para mujeres) y es custodiado por 15 efectivos por turno. Los detenidos tienen garantizadas cuatro comidas diarias y atención médica. Las instalaciones permiten, además, salir a caminar por un patio o acudir a un salón de usos múltiples, con juegos y televisión.
La historia de esta cárcel se remonta a 1998 cuando comenzó a regir el Código de Contravenciones, luego de vencerse los viejos edictos policiales. En ese momento, el centro de detención estaba ubicado en la calle Viamonte. Luego, los presos porteños fueron mudados a un centro instalado en el Club Atlanta, debajo de una tribuna del estadio. Hasta que, debido a la falta de infraestructura y mantenimiento, el destino de los presos volvió a complicarse. Los jueces no permitieron que sean llevados a cárceles de la Policía Metropolitana, por lo que muchos tuvieron que cumplir su condena en prisión domiciliaria, lo que era difícil de controlar. Así fue que, en 2012, se decidió construir este nuevo establecimiento que, por ahora, tiene poco movimiento, a la espera de que se resuelvan los casos en trámite.
(fuente: ambito.com)