Sin Copa América
La Conmebol confirmó que no se disputará en nuestro país.
El 13 de junio comienza la Copa América. Eso es lo que sabemos, lo que no está claro es dónde. Hasta el viernes, quizás la respuesta era: “se juega en Argentina y posiblemente el certamen completo”; pero el fin de semana cambió todo. Esta Copa originalmente se iba a disputar en 2020, pero la pandemia no lo permitió. El estallido social en Colombia de los últimos meses le quitó la posibilidad de ser una de las sedes, además de nuestro país.
Si se analizan solo números, resultaba ilógico que se juegue en Argentina: la semana pasada tuvimos récord de casos y en un confinamiento decidido por el presidente Alberto Fernández sonaba como mínimo contradictorio confirmar la Copa y mucho más que se juegue 100% en territorio nacional. Pero con la Conmebol de por medio nada es descabellado. La semana pasada se suspendió el fútbol local, pero se jugaron todos los partidos de las Copas Libertadores y Sudamericana sin modificaciones.
Una vez confirmado que no “seremos locales” en esta competencia, comienzan las interpretaciones del porqué de la decisión. La más entendible es la recomendación del Ministerio de Salud de no jugarla. Pero también surge la dualidad de un gobierno que no autoriza la educación en forma presencial en varias provincias y sí permite jugar al fútbol a 10 selecciones, durante un mes y por todo el país.
Si bien Argentina no comunicó oficialmente que desistía de ser organizador, las declaraciones de Wado de Pedro, ministro del Interior, así lo sentenciaron. «Hoy estuve conversando con el Presidente sobre la situación sanitaria de ciertas jurisdicciones, como Mendoza, Córdoba, Tucumán y Santa Fe (las dos primeras sedes designadas del torneo), y por el diagnóstico sanitario vemos muy difícil que se pueda jugar en Argentina la Copa América», declaró el domingo por la noche en C5N.
Apenas unos minutos después y mediante un tweet, la Conmebol anunciaba la baja de Argentina, confirmando que decidirá entre las ofertas de otros países para asignar la localía.