Comuna

La literatura en la tercera edad

Motorizados por la pedagogía de un docente ya jubilado, abuelos y abuelas de Mataderos y Villa Soldati reciben talleres de narración y lectura.

Desde hace 10 años, Daniel Molina lleva adelante, de manera voluntaria, un taller de lectura y narración en Centros de Adultos Mayores. Allí, Daniel nos habla de un espacio donde se lee, se reflexiona, se critica y se produce junto a otros abuelos y abuelas.

¿Cuál es tu oficio/profesión?

Soy jubilado docente. Trabajé en casi todos los niveles, pero no en jardín de infantes: en mi época estaba vedado para los varones trabajar en el Nivel Inicial. Pero sí ejercí en Primaria, Media, Universitario en cátedras y a nivel directivo. En esta etapa, escribí y publiqué 5 libros en Tahiel Ediciones. También, participé en varias antologías literarias. Tengo algunos reconocimientos, en los cuales se destaca uno como distinción por haber ganado un concurso literario sobre la Discriminación en Adultos Mayores, otorgado por el INADI.

¿Cómo llegás al Centro de Adultos Mayores y de qué trata el Taller que ofrecés?

Hace más de 10 años que tengo un Taller de Lectura y Narración. Hoy, en Mataderos y otro en una parroquia de Villa Soldati. Pero desplegué mi actividad en otros barrios también, como en Villa Lugano, por ejemplo. Soy voluntario. Y como tal, me ofrecí para trabajar en estos lugares y me regalaron un espacio donde leemos notas, artículos, cartas a los lectores; meditamos, reflexionamos; criticamos lo leído de diarios, revistas, producciones de los abuelos/as; contamos cuentos, chistes, etc. Realizamos visitas a museos, bibliotecas, centros culturales; vemos videos, películas y, también, hacemos intercambios con otros Centros de Adultos Mayores. Asimismo, cantamos tango, folklore y boleros.

¿Recordás cuáles fueron las primeras devoluciones de los adultos con el Taller?

Las devoluciones fueron y son muchas, por ejemplo: «Me encanta el profe cómo lee”; “me gusta el taller porque es ameno, divertido, reflexivo, nos hace pensar, emitir juicios, practicar el vocabulario, aprender cosas nuevas y recordar otros temas aprendidos en su momento”. También, nos emocionamos con los recuerdos escolares, familiares, personales, barriales: las compras, los carnavales, las fiestas, los vecinos, los amigos, los hijos y los nietos.

¿Por qué creés que es importante fomentar la lectura y la narración en esta edad?

Creo, sin ser ningún académico, que la lectura enriquece al ser humano: cultural, educativa y madurativamente. En esta etapa, es muy importante aprender y desaprender lo nuevo, lo viejo; desarrollar la memoria; alimentar la energía para seguir viviendo, a pesar de saber que nos quedan pocos años; ser conscientes de que no viviremos eternamente, pero que dejamos experiencias, saberes, recuerdos, enseñanzas y ejemplos: algunos para imitar, otros para desechar.

Daniel Molina, docente del Taller de Narración y Lectura.

¿Cuáles son los géneros literarios más utilizados y de qué manera se los aborda?

Los géneros abordados son la narrativa, el diálogo, lo epistolar y lo periodístico, a través de lecturas traídas por el tallerista o por quienes asisten al taller, como recortes, comentarios de programas de TV, radiales, películas, videos, diarios, revistas y/o recuerdos.

¿Qué te aportaron la lectura y la narración a lo largo de tu vida?

Varios fueron y son los aportes: crecimiento, sensibilidad, conocimiento, comprensión, conciencia, profundidad en la ética, el sentido de la vida, el ser generoso, dar oportunidades al otro y a uno mismo, enmendar errores, sugerir aciertos, auxiliar en errores, encarar mejor parado la vida, rescatar lo valioso de que uno dio algo también por los otros, llámese familia, amigos, vecinos, patria. Sentir que lo nuestro en el camino vital algo hizo, no fue un inservible, sencillamente un ser humano, no un objeto.

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