UN GRANO DE ARENA EN UN MAR DE INJUSTICIAS
por Alejandra Waigandt para Artemisa
El matrimonio entre personas del mismo sexo podría legalizarse este año y las situaciones de inequidad relatadas por personas gays en este artículo quedarían atrás. La Federación LGTB participa activamente en esta estrategia legislativa, y junto con el INADI impulsa la vía judicial.
En los próximos meses saldarían amparos favorables al matrimonio homosexual.
El debate en torno al matrimonio entre personas del mismo sexo se reactivó en Argentina con la boda de Alex Freyre y José María di Bello, realizada en Ushuaia el 28 de diciembre –fue la primera pareja gay de América Latina en acceder fue al derecho a casarse–. Marcos Peralta un profesor de danza contemporánea de 33 años en Rosario, dijo que el caso revela que «algunas personas estamos viviendo como ciudadanos de segunda clase, sin poder acceder a los beneficios que implica ser un ciudadano de derechos, aunque para pagar impuestos y votar sí se nos considera ciudadanos de derechos».
Freyre y Di Bello lograron la tan aclamada igualdad jurídica en relación al matrimonio civil debido al fallo de la jueza porteña Gabriela Seijas, que permitió el enlace entre ambos, y el respaldo de la gobernadora fueguina, Fabiana Ríos, quien mandó cumplir con la sentencia, ya que en la Ciudad de Buenos Aires un grupo de abogados católicos logró impedir que se llevara a cabo la ceremonia nupcial, prevista para el 1º de diciembre.
Por su parte Marcos Peralta un profesor de danza contemporánea de 33 años en Rosario vive con su pareja pero no tiene acceso a los beneficios a nivel social, financiero y legal que aporta el matrimonio civil a las parejas heterosexuales. «El año pasado mi pareja enfermó y siendo docente en escuelas primarias no pude faltar para cuidar de él», recordó el bailarín, que mencionó otros de los derechos que debería asegurarle la unión marital: «He visto que cuando muere uno de los integrantes de la pareja homo, los familiares vienen por los bienes e inmuebles, deberíamos tener derecho a heredarnos mutuamente». «Por otro lado, los docentes homosexuales no hemos podido ingresar a planes de vivienda propuestos este año por el gobierno socialista de Hermes Binner, este tipo de beneficios son sólo para parejas heterosexuales», criticó.
Ignacio Rojo, un arquitecto de 32 años, tiene una pareja estable, según aseguró, y cuando hizo público su estado civil en un servicio de salud de Entre Ríos, a fin de poder donar sangre a un familiar con quien quiso solidarizarse, ya que se encontraba gravemente enfermo (coma farmacológico), «fui rechazado por el preconcepto de que pertenecía a un grupo de riesgo. Tal como este prejuicio, en el país existen leyes y mandatos que son retrógrados, discriminatorios, dictatoriales y humillantes respecto del derecho ser diferente, de los derechos individuales», puntualizó en relación al artículo 172 del Código Civil que permite el casamiento únicamente entre un varón y una mujer.
El fallo de la jueza Gabriela Seijas estableció justamente la inconstitucionalidad de esa disposición, entendiendo que la Constitución nacional y los tratados internacionales suscriptos por Argentina, todas legislaciones que están por encima de normas menores, en este caso el Código Civil, establecen claramente el derecho a la no discriminación.
Hay alrededor de 100 parejas, 30 domiciliadas en la Ciudad de Buenos Aires y 70 en el resto del país, que también presentaron amparos para poder contraer matrimonio.
Los y las amparistas, están siendo asesorados por el Instituto Nacional Contra La Discriminación la Xenofobia y El Racismo (INADI), mientras que la estrategia basada en la lucha judicial es impulsada por La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), cuya presidenta, María Rachid, declaró: «Tenemos la certeza de que en los próximos meses varios juzgados van a fallar favorablemente, creemos que frente a la reacción de los abogados católicos y la medida cautelar disparatada que impidió la boda de Alex y José María en la Ciudad, los jueces y juezas van a elaborar sentencias más contundentes».
En este escenario el gobierno porteño, encabezado por Mauricio Macri, declaró que no se apelarán dichas sentencias.
«Hay otra cantidad de recursos de amparos que estamos preparando. Lleva tiempo porque los y las amparistas centran sus demandas en distintos aspectos, están quienes tienen hijos y el amparo apunta a la protección de la familia o quien conviven con un extranjero y el amparo apunta a garantizar la ciudadanía», amplió Rachid, que junto con su pareja, Claudia Castro, recurrieron a la justicia en 2007 y actualmente el expediente se encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. «Según nos informaron integrantes de máximo tribunal, éste se expediría en febrero sobre el derecho al matrimonio que tenemos las parejas del mismo sexo», informó la dirigenta.
Por una nueva legislación
La Federación Argentina LGTB también trabaja en el plano legislativo, la mayoría de las iniciativas sobre matrimonio homosexual que descansan en el Congreso nacional cuentan con el guiño de esta organización. La actividad legislativa iniciará en marzo, con la apertura de las sesiones ordinarias, y la Cámara de Diputados deberá discutir la posibilidad de equiparar el matrimonio entre personas heterosexuales y del mismo sexo, de acuerdo al compromiso asumido por los partidos mayoritarios, incluido el oficialista Frente para la Victoria, tras la escalada mediática que rodeó la unión de Alex Freyre y José María di Bello.
Activistas de la Federación mantienen reuniones con asesores políticos de los distintos bloques legislativos y este tema sería impulsado por el propio oficialismo, que tiene la mayoría parlamentaria. «El kirchnerismo presentará un proyecto basado en la iniciativa que impulsa el INADI. Es uno de los primeros proyectos que quiere presentar el oficialismo. Hay otros sectores que se comprometieron el año pasado, el Partido Socialista (PS), el Encuentro Popular y Social, la Coalición Cívica (CC) y la Unión Cívica Radical (UCR), con lo cual creemos que en marzo o abril se obtendría la media sanción en Diputados», explicó María Rachid.
Ya existen dos proyectos que proponen la modificación del artículo 172 y sus concordantes del Código Civil, a fin de permitir las uniones entre personas del mismo sexo, uno impulsado por Silvia Augsburger, del Partido Socialista, y otro por Vilma Ibarra, del Encuentro Popular y Social.
Hubo un intento de tratar estas iniciativas en noviembre del año pasado en las comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer y Niñez, pero no se llegó a ningún dictamen debido a la ausencia del Frente para la Victoria.
En ese contexto dirigentes opositores como Elisa Carrió y Felipe Solá, aclararon que la figura de unión civil debería reemplazar a la de matrimonio, de manera de dejar esa institución solamente al plano religioso, un aspecto que podría estancar la discusión.
Los involucrados
Consultados sobre el matrimonio gay a varones de diferentes edades, que no forman parte de las organizaciones que trabajan activamente por ese derecho, todos coinciden en que es una forma de llegar a la igualdad jurídica y la posibilidad de integrarse a la sociedad en condiciones más equitativas.
Daniel, de 45 años, asegura que el Estado tiene la obligación de reconocerle a las parejas homosexuales «los mismos derechos que existen para el matrimonio entre personas de distinto sexo».
Eduardo, de 44, declara que «está a favor de la igual de derechos para todos’. Las respuestas de los mayores son escuetas y más escépticas, en cambio los más jóvenes son más entusiastas».
Franco, de 25 años, señala que el debate en torno al matrimonio homosexual «es un tira y afloje político, algunos son partidarios de establecer nuevas normativas, y otros, por ser opositores a éstos, dan lugar a este tipo de debates. Creo que es algo importante y debería tratarse de forma más seria».
Juan Manuel, también de 25, opina que «culturalmente somos más del tercer mundo de lo que realmente pensamos. Igual creo que sería un granito de arena en un gran mar de injusticias, vale la pena. Es necesario para que las parejas homosexuales construyan sus identidades a su manera, sin intentar extrapolar las formas y valores de las parejas heterosexuales. Es principalmente una manera de generar valores propios y generar modelos más sanos a largo plazo».
Ignacio de 21 cree que el casamiento entre varones y entre mujeres «ya debería estar permitido, debido a los beneficios económicos y sociales, por ejemplo las pensiones. También es un paso más para acercarse a la adopción. Hay muchos chicos que no tienen ni padre ni madre, no creo que eso sea peor que tener dos padres o dos madres».
Mario, de 35 años, explica que «la ley tal como está debería modificarse, permitiendo a las personas del mismo sexo contraer matrimonio y tener acceso a los mismos derechos que los matrimonios heterosexuales. Desconocía que este tema se trataría este año en la Legislatura, sobre todo porque hubo muchas promesas en el pasado, pero no ha pasado nada. Igualmente creo que las parejas homosexuales deben tener los derechos en materia de salud, herencia, bienes comunes, y sobre todo la unión tiene que ser legal en todo el país».