Clásico empate
Boca y River no se sacaron ventajas en La Bombonera.
Eran las 18:10 h cuando Fernando Tello (de buen arbitraje) inició el encuentro. Un superclásico más comenzaba, no tenía el atractivo de ser definitorio para ninguno de los dos, porque corresponde a la quinta fecha de una Copa de 13 jornadas. Pero estos partidos generan mucho en la previa y también en el post.
Al ver las formaciones, se podía intuir qué pensaron los DT. Russo colocó una última línea de 3 centrales, para evitar los mano a mano con Suárez y Borré; la ausencia por lesión de Cardona le iba a quitar posesión, peligro en la pelota parada y remate desde afuera. Por el lado de River, Gallardo decidió defender con 4 defensores; no era necesario un defensor más, si Boca jugaba con un solo punta (Tévez).
El partido comenzó como la mayoría de los últimos “Súper”: River manejando la pelota y Boca esperando para contratacar, pero eso se mantuvo solo unos 25 minutos. Andrada salió muy lejos del área a intentar cortar un pase, De la Cruz remató por arriba y lo que era gol fue evitado por Lisandro López. De ahí en adelante, el local arriesgó y se animó. Tévez tuvo una inmejorable chance de gol debajo del arco, pero su remate fue tapado por Armani. A los 40 minutos, llegó la primera emoción: desborde de Capaldo y Paulo Díaz se lo llevó por delante en el área grande, claro penal que convirtió Villa, ventaja para Boca y al descanso.
Al comenzar el complemento, fue sorpresivo que Gallardo no haya hecho cambios. Carrascal fue intrascendente y casi siempre decidió mal, pero seguía en cancha. Los de Russo tuvieron dos oportunidades claras para liquidar el pleito, un remate desviado de Maroni y una doble tapada brillante de Armani lo impidieron. Boca lo perdonó y River en la primera clara del segundo tiempo se lo empató. Desborde de Angileri y cabezazo de Palavecino, 1 a 1 a los 22 de la segunda etapa.
Un par de minutos después, Zambrano fue expulsado; sobre el lateral en una jugada intrascendente le dio un codazo a Suárez, doble amarilla y a las duchas. En 3 minutos el panorama de River mejoró, una victoria ya no era impensada. Incluso Angileri casi marca el segundo con un zurdazo potente, pero Andrada voló y la sacó. Cuando faltaban 12 minutos para el final, Casco también se fue expulsado por una fuerte entrada a Fabra que mereció la doble amarilla.
De allí en adelante, ninguno de los dos arriesgó mucho, el empate les servía. A los 44´ River casi lo gana: Izquierdoz en su afán por rechazar un centro casi la mete en contra, la pelota bordeó la línea de gol, un pique rarísimo la alejó de la meta y Andrada y el palo hicieron lo suyo. Fue una igualdad más, no dejó heridos y las aguas están tranquilas en ambas orillas.