UNA MANERA DE PROCURAR PONERLE PAÑOS FRÍOS A LA “HIJAPUTEZ”
Me inspira la más noble de las intenciones. Mal puedo asegurarle que tan buen resultado le pueda dar. Con intentarlo, no va a perder nada.
Se trata de un simple ejercicio mental, capaz de mitigar la tremenda hijaputez que le inspira. Voy a procurar allanarle en la medida de lo posible la práctica de dicho ejercicio.
Consiste en remontarse a un hecho luctuoso que le haya provocado una particular conmoción. Para ello, nada mejor que retrotraerse a la fecha de la muerte violenta que tuviera por protagonista, a algún famoso o famosa…a algún personaje querido, cuya muerte nos golpeara a todos.
Y como ejemplo, me viene a la memoria el accidente protagonizado por Miriam Alejandra Bianchi, más conocida por su nombre artístico de GILDA. La querida y popular artista, un 7 de setiembre del año 1996, pierde la vida a raíz de un accidente de tránsito ocurrido en el kilómetro 129 de la ruta nacional número 12. Hace casi 16 años. Seguramente, y al leerlo, Ud. no lo pueda creer, y se formule la pregunta de rigor…¿¡tantos años pasaron ya!?.
Y su reacción, seguramente sea la reacción de la mayoría. Ocurre que los años pasan demasiado vertiginosamente… se nos escurren “como el agua” de las manos, casi sin darnos cuenta.
Y es aquí donde le invito a llevar a cabo el ejercicio. Si Ud. tiene hoy 59 años, número tomado “al boleo”, lo que tiene que hacer, es proyectar “hacia adelante”, esa misma cantidad de años. Dicho de otro modo, sumarlos a los que ya lleva bien o mal trajinados. Se va a encontrar entonces, con una cruel realidad; esa que le indica que en un “abrir y cerrar de ojos”, ya va a tener 75 años de edad, que es justamente la media de supervivencia estimada para quienes habitamos este país. ¿La cacha?. Bien, bien, gracias.
Y entonces, a partir de semejante tortuosa y simple suma, quien le dice no entienda Ud., lo poco que le queda de vida útil, y lo bueno que sería procurar cuando menos, ensayar la posibilidad de convertirse en “buena persona”.
Inténtelo; como ya le dijera, muy poco es lo que tiene por perder, y mucho lo que ganar para poder descansar en paz.
Ricardo Jorge Pareja