SÚPER TC 2000
Mientras que en las primeras horas de esta tarde se corría la competencia final de la categoría de mayor tecnología en Argentina, ayer quedó inaugurado el circuito callejero de Capital Federal, con una multitud de público. El despliegue organizativo por parte de la categoría y el Gobierno de la Ciudad, fue impresionante.
por Daniel Monticelli
La verdad es que cuando pasadas las 14 de ayer y pese a un pronunciado retraso (más que lógico por todo lo que había en juego), salieron a pista los 22 autos de la flamante categoría Súper TC 2000, a más de uno se nos hizo un nudo en la garganta. Ni hablar lo que estaban viviendo y palpitando la gente que comanda el principal responsable de esta realidad de tamaña envergadura, Pablo Peón y su grupo de gente. Es que ver estos “súper” autos con sonido parecido al de un Fórmula
Uno, andando a un poco más de 240 km/h. ¡y a contramano por la avenida 9 de Julio de Capital Federal! Era algo casi increíble. “Es una locura linda”, como bien señaló el español Carlos Bertrand, veedor de circuitos de la Federación Internacional del Automóvil que anda por estas latitudes realizando inspecciones de diversos lugares.
La programación estaba pautada que arrancase a las 10 de la mañana de ayer, pero sucedió que con la semejante congestión de tránsito que se vivió el viernes (imagínense: vísperas de un feriado largo y en plena Capital), no se pudo hacer el cerramiento total del circuito callejero enclavado en plena avenida 9 de Julio, Diagonal Norte, avenida de Mayo, entre otras arterias, programado para las 17 horas. Por lo tanto se debió esperar hasta las 24 de ese día para la prohibición del paso vehicular. Ello llevó a que se tuviese que trabajar a contrarreloj para dejar todo en condiciones para el normal desarrollo de la actividad en pista.
Si bien la inmensa cantidad de público que de a poco fue colmando los diferentes sectores (el ingreso era libre y gratuito, excepto las tribunas y carpas VIP, que fueron adquiridas por distintas empresas, las cuales albergaban a sus invitados especiales), comenzaba a impacientarse, nos pareció muy atinada la medida de no comenzar a sacar los autos a la pista, cuando todavía no estaba todo dado para que quedar en condiciones y en pos de la seguridad de la gente.
Vaya que si la espera valió la pena. Observar de qué manera giraban estos Súper TC 2000, que son autos con motores genéricos fabricados por Radical Perfomance Engines, una empresa británica que construyó 42 impulsores de 8 cilindros solicitados por la categoría y que cada uno transmite una potencia que ronda los 430 CV, con caja secuencial, es sensacional.
En los inicios de una tarde primaveral (27º de temperatura), las primeras cuatro vueltas de ensayos, en la cual el cordobés Ricardo Risatti, marcaba el giro más veloz con un registro cercano al minuto 14 segundos con su Honda New Civic, hacían el deleite de todos quienes presenciábamos esto que marcaba otro hecho histórico dentro del automovilismo deportivo.
Claro, porque los memoriosos recordarán que se corrió en los años 40 y principios de los 50 en Palermo, Retiro y Costanera Norte, pero pasaron 61 años de aquello. Hoy la realidad pinta otro panorama muy distante de aquellas épicas jornadas donde “Aguilucho” Gálvez o el propio Froilán González, les ganaban a los “gringos” venidos desde Europa.
Inolvidable
Instalación del callejero
Este flamante circuito ciudadano, el tercero que visita el TC 2000 en su historial desde 1980 (se hicieron carreras en Santa Fe y Punta del Este y es el primero desde que lleva este año la denominación de Súper TC 2000), tiene una extensión de 3.080 metros. El mismo está ubicado entre las avenidas 9 de Julio, Diagonal Norte, Plaza de Mayo, avenida de Mayo, hasta retomar nuevamente en la 9 de Julio. A propósito de esta arteria, tiene un ancho de 120 metros (se la conoce como la más ancha del mundo), se usa una sola mano (que sería contra el tránsito normal y en el otro carril se encuentra el sector de boxes. En total para delimitar el trazado se colocaron 7.600 metros de muretes, los cuales son denominados New Jersey. Miden 4 metros de largo y cuentan con un peso de 4.750 kg. cada uno. En total se instalaron 1.605 muros, trabajo que estuvo a cargo de la misma empresa rosarina que lo hace en el callejero de Santa Fe.
Asimismo se anexaron 5.600 metros de cables y 3.000 metros de alambrados, de 2,5 metros de altura, los que están ubicados sobre los muros de cemento. En total hubo que ubicar 8640 neumáticos en desuso, con los cuales se formaron 1.440 de los populares “pitufos” (están puestos delante de los muretes), formando 240 packs con 36 gomas cada uno.
En total, contando policía, seguridad y organización, se estima que se necesitaron cerca de 1.600 personas, aproximadamente para el acontecimiento y se necesitaron 30 días para el armado del dibujo ciudadano.
Por otra parte, se hicieron trabajos de reasfaltado en Diagonal Norte, para eliminar importantes saltos que iban en detrimento de las suspensiones de los autos.
“Seguimos los pasos de Santa Fe”
Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, charló con este enviado de El Litoral acerca de lo que significa para ellos la concreción de esta carrera callejera en Capital Federal: “Estamos orgullosos de que tanta gente venga a disfrutar y por eso estamos muy contentos. Además seguimos los pasos de Santa Fe, que es la única ciudad del país que cuenta con un callejero”, pronunció. “Aunque usted no lo crea, nosotros estamos volcando en gran medida la experiencia santafesina para poder realizar esta carrera y ojalá se pueda llevar a cabo en distintas partes del país”, afirmó. “De hecho que nosotros vamos a disfrutar mucho más mañana (por hoy), cuando se baje la bandera a cuadros y la desconcentración de la gente sea con calma y en paz. Aquí hay muchísimo público y nosotros no tenemos experiencia. No se olvide que desde la época de Fangio, Gálvez y Froilán González, que no se corría en la calle. Cuidamos todos los aspectos de seguridad, de cuidado de la gente, pero la experiencia se adquiere haciendo cosas; esperemos que salga todo bien”.
“¿Cuál fue el trabajo más complejo que realizamos? Éste es un laburo en equipo; trabajamos muy bien con los organizadores de la categoría. Ellos aceptaron todos los pedidos nuestros, que se enfocaron sobre todo en la seguridad y hasta el momento está saliendo bárbaro. Ojalá terminemos así”, concluyó.
INOLVIDABLE
Mientras aguardábamos que hoy a las 13:05 se pusiera en marcha la competencia del Súper TC 2000, a 36 vueltas (o 55 minutos, lo que se cumplía primero), no podíamos dejar de pensar lo que debe sentirse arriba de un automóvil de competición, andando a “lo que de…”, por ejemplo por la avenida de Mayo. Y justo, como si el destino quisiera que los cientos de miles de espectadores que seguían la excelente transmisión televisiva, a través de Canal 13, TyC Sport y
Carburando, juntaran a Buenos Aires y el tango, una pronunciada serie de saltos y ondulaciones se percibían nada más ni nada menos que en el emblemático Café Tortoni de la avenida de Mayo. Ahí, preciso lugar donde varios portamazas “cantaran un nostálgico no me pegues más…”.
Posteriormente y ya con los 22 pilotos buscando sus propios límites y el de sus autos, tratando de ver de qué forma se podía sobrepasar contrincantes en Diagonal Norte o en el egreso de la horquilla del Obelisco. Tal vez ensayando alguna “tijera” (término que inmortalizó el relator Héctor Camps; el mismo consiste en que un piloto amagaa pasar a otro por afuera y finaliza la maniobra superándolo por adentro), otro cordobés, en este caso José María López, con el Fiat Línea bajaba el registro de su coterráneo. Ya se giraba a un ritmo de 1 minuto, 12 segundos, 798 milésimas, dejando atrás al Cruze de Canapino y a los Peugeot 408 de Girolami y el santafesino Facundo Ardusso.
Por supuesto que durante toda la tarde hubo que sacar a relucir por parte de las autoridades, en total cinco banderas rojas (detención inmediata de la prueba), porque la mayoría de los protagonistas intentaba ir un poco más allá y si no salía, abortaba tomando las muy buenas vías de escape disponibles.
Parecía que pese a un molesto problema en la hidráulica del Corolla, el campeón Matías Rossi continuaría con ese dominio puesto de manifiesto en la fecha inaugural del Cabalén. Si bien clavó el tiempo más rápido de la jornada sabatina (1 minuto 11 segundos 465 milésimas), un principio de incendio sin ninguna consecuencia y el agravamiento de la dirección del Toyota, lo dejaron fuera del top ten en las pruebas de clasificación.
Ya casi con luces artificiales (obviamente, que todos pensamos que si esta edición porteña terminaba bien, por qué no suponer a futuro, que Peón va a intentar hacer una carrera nocturna como sucede en Santa Fe), y de acuerdo al reglamento particular que tiene el súper TC 2000, los diez más veloces de las tandas fueron por el “1” y por el punto que estaba en juego por obtener la pole. Y ese alguien se llamó Christian Ledesma, un piloto que se ríe poco y que pareciera que más que en vez de disfrutar de su profesión, la sufre y sobre todo si se corre en un circuito urbano, pero ayer fue distinto. El haber logrado la pole position y de la forma que la conquistó, hicieron esbozar una sonrisa al marplatense, quien con el Chevrolet Cruze, hoy largaba primero en Capital Federal porque para él como para tantos otros, “las callecitas de Buenos Aires tienen ese qué se yo, ¿viste?”.
“Siento mucha emoción y ganas de llorar, sobre todo por el equipo que tanto trabaja durante la semana. Hacía tanto tiempo que no hacía una pole, que ya ni me acuerdo como era (esta fue la segunda). Cumpliendo 10 años con la marca me pone muy contento poder devolver algo de lo tanto que han hecho por mí”.
Christian Ledesma
Poleman en el Súper TC 2000
Todavía estoy festejando los 50 años de mi debut en el automovilismo, fue un 26 de marzo de 1962 en Pergamino. Esto que está sucediendo es muy lindo y me encantaría poder correr aquí, pero ya a mi edad es imposible. Fijate que el circuito me queda a una cuadra… Espectacular”.
Carlos Pairetti
Ex piloto de distintas categorías nacionales e internacionales
“Estamos viviendo un momento histórico. Esto va a trascender durante mucho tiempo y le va a dar un impulsor muy grande al automovilismo. Si vos te fijás, ha llegado mucha gente que generalmente no va a las carreras. Eso es lo que tiene que ser importante para todos nosotros por la gran trascendencia que tiene”.
Eduardo González Rouco
Un relator histórico de “Carburando”
Estamos muy contentos de vivir esta experiencia. Parecía algo impensado cuando tiempo atrás nos contaban el proyecto de correr en las calles de Buenos Aires. Y ahora estar viendo el Obelisco, con los autos girando alrededor nos parece increíble. Pero me saqué el gusto y di un par de vueltas con la cupé Mégane”.
Alejandro Reggi
Director Comercial de Renault Argentina
“Esto es un hecho que traspasa lo estrictamente deportivo. Esto de correr en una ciudad tan importante como Buenos Aires, creo que se da en muy pocos lugares del mundo. Es un hecho histórico y que viene bien p ara que aquellos que tal vez nunca vieron una carrera de autos, se puedan sumar a algo tan lindo como es el automovilismo deportivo”.
Daniel Herrero
Presidente de Toyota Argentina S.A.
Hidráulicas
La verdad es que a varios autos del Súper TC 2000, se quedaron sin las direcciones hidráulicas. Entre otros en el Toyota Corolla del campeón y último ganador en la apertura de la fecha en Córdoba, Matías Rossi. En el Ford Focus del equipo PSG 16 (el significado es “Por Siempre Guido”, en tributo al fallecido Falaschi, que llevaba ese número en su auto), que conduce Jorge Trebbiani y en el Peugeot 408 de Néstor Girolami, entre otros.
Sin puntos
Si bien el TC 2000 (los autos que hasta el año pasado fueron el espectáculo central, ahora se quedaron atrás), logró captar apenas 13 máquinas, no hubo mucho revuelo ni quejas, al ser una carrera presentación/exhibición y sin puntos para el campeonato. Recordemos que son máquinas con impulsores de 4 cilindros y que erogan una potencia estimada en los 310 CV. Por supuesto que distan mucho de los actuales genéricos británicos de 8 cilindros en V, de 430 CV.
3 damas
Tanto en el “viejo” TC 2000, como en la Fiat Línea Competizione, corrieron entre tantos hombres, tres mujeres. Una de ellas es la atractiva Julia Ballario (20 años, hija de un ex piloto de Fórmula Renault), nacida en Marcos Juárez y corre con un Peugeot 307 del equipo de Ulíses Armelini. Por su parte, Lorena Blanco y la ex kartista, Marisa Panagópulos, probaron suerte en la monomarca Fiat Línea Competizione.
fuente: ellitoral.com