SUBE TRUCHA

La tarjeta SUBE debutó en el mercado negro y ahora se consigue sin trámites ni colas.
La SUBE que sirve para viajar en colectivos y subtes, y que tiene puestos de venta oficiales, también se consigue en la calle: la ofrecen entre $ 10 y $ 20 en algunas de las zonas más concurridas. Los vendedores dicen que las compran habilitadas y que no es necesario completar ninguna planilla
Todavía no se anticipó el valor que tendrá el pasaje sin la SUBE y por eso las colas fueron un clásico durante la entrega gratuita de las tarjetas. Las oficiales cuestan $ 10 pero sin filas cuesta de $ 15 pesitos a $ 25
En una de las esquinas de Mitre y Pueyrredón, (Once) un “busca” ofrece con sigilo la “mercadería” que todavía hoy cuesta encontrar en los lugares oficiales. El “comerciante casual” no esconde su actividad: está allí, caminando por alguna de las principales esquinas porteñas para vender la tarjeta SUBE: –Ya están habilitadas para usar; cualquier problema me la traés y te la cambio. Pero no vas a tener dramas, promete el vendedor mientras saca un fajo de no menos de 20 tarjetas, listo para vender.
Las consultas obvias, entonces, son la procedencia de los plásticos y por qué no es necesario completar la planilla que se exige en los sitios oficiales. La pregunta no cae del todo bien, pero el vendedor lo toma como una duda a la que está acostumbrado: -Todo el mundo me pregunta lo mismo. Pero quedate tranquilo que las tarjetas a nosotros ya nos llegan habilitadas por quienes les venden a los bolseros que nos venden a nosotros… Esa fue la vaga explicación con la que intentó convencer para cerrar la operación.
El tiempo para concretar la compra no es mucho. Pasaron no más de dos minutos desde que comenzó el diálogo, pero el comerciante ya se cansó de las preguntas y se comenzó a inquietar ante la demora. Con la tarjeta ya en la mano (es idéntica a las legales), el segundo paso es probarla. Y el resultado es positivo. Oficial (o no), con la planilla completada por un tercero (o no), la realidad marca que la SUBE callejera funcionó a la perfección.
La escena se repite en otras zonas de gran afluencia de Capital Federal. La peatonal Florida en los días de oficina, o el Parque Rivadavia durante los fines de semana, por ejemplo, son algunos de los centros en los que se suele ver a estos personajes. En algunos casos, incluso, se los puede ver vendiendo las fundas plásticas para proteger la tarjeta, aunque una vez ya entablado el diálogo con el potencial cliente ofrecen también la SUBE.
Los valores de este mercado paralelo variarán dependiendo del vendedor. El precio promedio es de $ 15, aunque en algunos casos se cae hasta los $ 10 o crece hasta los 20 pesos.
El Gobierno estuvo atento a la posibilidad de que alguna maniobra de este tipo se hiciera presente. En una de las últimas resoluciones adoptadas sobre este tema (la 35, que corrió por cuenta de la Secretaría de Transporte), se especificó que por razones de seguridad la adquisición de tarjetas se podrá tramitar en los locales habilitados del Correo Argentino, OCA y Andreani, suspendiéndose la entrega en la vía pública y la tramitación online. Además, solicitó a los usuarios no adquirir la tarjeta SUBE en puestos que no están habilitados por ese organismo.
Luego de que venciera el plazo en el que se entregaba el plástico en forma gratuita, se anunció que la SUBE tendría un costo de $ 10, siempre bajo la condición de llenar una planilla con datos personales.