¿SUEÑOS O ASESINATOS COMPARTIDOS?
La última entrevista de la mujer que denunció a punteros de Bonafini y fue asesinada. Marcela Díaz había advertido que estaba en peligro, meses antes de morir. Mantenía una disputa con el jefe de seguridad de la titular de las Madres.
Por Luis Gasulla
“No sé qué me puede terminar pasando”. Esa fue una de las últimas respuestas que Marcela Díaz, exempleada de la fundación Sueños Compartidos, le dijo al periodista Luis Gasulla, autor del Negocio de los Derechos Humanos, meses antes de haber sido rematada de un certero disparo en la cabeza. La mujer había denunciado a un puntero de Hebe de Bonafini.
Fueron varias las entrevistas con Díaz. Meses antes de su muerte, escribió a este cronista desde un perfil trucho en Facebook pidiendo difusión de sus peleas y denuncias en el barrio. En el entorno del puntero de Ciudad Oculta, Rubén «Pocho» Brizuela, lamentan «la desgracia» y temen una «venganza de los pibes que venden droga en los pasillos». Sin embargo, Marcela Díaz denunciaba los negocios cruzados entre la comisaría 48, Pocho, los narcos y la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Crónica de una muerte anunciada. Entrevistas exclusivas entre noviembre del 2012 y marzo del 2014
– Luis Gasulla: ¿Qué te sucedió después de que hablaste en el diario Perfil?
– Marcela Díaz: Cuando salió el tema de la nota, me bajaron del colectivo, me robaron la documentación que tenía y me dijeron que si hacía la denuncia iban a matar a mis hijos. Cuando subo al colectivo 50 me bajaron pero no me robaron sino que me sacaron los papeles que tenía de la jueza Lanz y unas fotos del hijo de Pocho disparando a mi casa. No se si mi teléfono está pinchado pero la policía y ellos ya sabían de los papeles que tenía en mi poder.
– ¿Los tenes identificados quienes fueron?
– Sí pero hice la denuncia y me dijeron que la causa está archivada por falta de pruebas. Encima el tipo que denuncio tiene causas por violación, amenazas y se llama «Charanguito» Carrizo está prófugo pero sigue trabajando para las Madres de Bonafini.
– ¿Sigue trabajando?
– Si supieras la gente que trabaja para la Fundación. Te sorprenderías, tomaron a cada uno!!! Ahora voy a ver a una chica que es seguridad de Pocho
– Ojo porque son gente de él, incluso familiares míos. Si él sabe les va a dar letra de lo que te tienen que decir. Los presos los ponen a trabajar de seguridad.
– Pero siguen trabajando? Si Sueños Compartidos no está más…
– Ellos son los únicos que siguen. Las obras no avanzan pero siguen ellos como custodias. Los tienen en negro, si mañana se cae todo, no responde nadie por ellos.
Pero puntualmente ¿por qué te balearon la casa?
– Mi marido trabajaba de las 4 de la mañana a las 7 repartiendo plan. Pero, te confieso cobrábamos sin trabajar como muchos en el barrio. Con la Fundación desde el 2007 estaba. Me peleé con Graciela Miranda, la mujer de Pocho, voy a la comisaría y me dejan detenida a mí. Ella era la única responsable de la seguridad en el barrio por las Madres hasta que sale una nota de su marido en revista Noticias. Ahí Bonafini le suelta la mano y se le corta lo del club Sacachispas.
– ¿Qué es lo del Sacachispas?
– Ellos se quedaban con un porcentaje del sueldo para limpieza y arreglos en el club Sacachispas pero es de «Beto» Larrosa, el puntero que lo dejó a Pocho a cargo. ¿Sabes lo que hacía Pocho? Se usurpaba terrenos y después se los vendía a la Fundación. Al doble de guita. Lo que está enfrente de Elefante Blanco, eran todas canchas de fútbol, todo eso se lo vendió a las Madres con la promesa de hacer edificio. Hicieron una porquería. Nada.
– ¿Los hijos de Pocho también trabajan en la Fundación?
– Tiene 6 hijos. El David trabaja en la Fundación. Lo echaron después de que se tiroteó con mi pareja. (Marcela muestra las marcas de los balazos en la puerta de su casa). Vinieron dos tipos y el hijo de Pocho a tirarme. Juan Rearte terminó con un tiro en el tórax por el hecho.
– ¿Tu marido terminó preso por el tiroteo?
– Hace un año está preso en Ezeiza. Lo voy a ver con mis hijos dos veces por semana pero ahora, por tema económico, hace un mes y medio que no lo veo. Según la jueza mi marido tuvo participación en el hecho. Para los testigos, mi marido tuvo que ver pero los testigos estuvieron pagados. Todos son de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo como la hermana de Dolores Sigampa, Carola Cerda, tía de Ezequiel Demonty. Cobran sueldos sin trabajar. Les dijeron lo que tenían que decir. Arreglaron la causa. También está la hija de Cielo, del jardin «Aprender a Vivir».
– ¿Y con quién está Pocho políticamente?
– Ahora con Amado Boudou y la Presidenta.
– ¿Y Alejandro «Pitu» Salvatierra?
– Sí, está con ellos. Tienen un contrato con «los pechitos amarillos» que barren los pasillos del barrio. Ponen a su gente.
– ¿Vos trabajaste en la Fundación en Compras?
– Entré por mi marido. Estuve varios años. Yo repartía la mercadería de las comidas en los obradores de Almirante Brown, Ezeiza, Tigre pero un día el auto se nos fundió y no se hicieron cargo de los gastos. Pero después fue el tiroteo con el hijo de Pocho. Mucha gente cobra sin trabajar, a la quincena aparecía gente en la casa de Pocho a cobrar sin saber de dónde habían salido.
– ¿No cobraban en la Fundación?
– Las primeras quincenas de Sueños Compartidos se pagaban en la casa de Pocho en sobres. Después que te blanqueaban, años después, te pagaban en tarjeta bancarizada.
– ¿Qué implicaba ir a la casa de Pocho?
– Veías la «creme de la creme». Tiene la mejor casa del barrio. Tiene varias casas en el barrio, autos, camionetas. La relación era con Pocho, jamás vi a los Schoklender y Hebe solo estuvo una vez en el barrio.
– ¿Vos tenes miedo?
– Y sí. No se qué me puede terminar pasando. Y mira, se dice que en un obrador del Chaco mataron a una persona. Hay un pibe que terminó con un tiro en la garganta, además de todo lo que pasó en el Indoamericano. Me van a terminar matando.
(*) Especial para Perfil.com. En Twitter: @luisgasulla.