A menos de un mes para las elecciones, la campaña se encuentra en su punto más álgido. Sumergida en la polarización, la Ciudad de Buenos Aires decidirá el próximo 27 de octubre no solo al futuro presidente sino a la par también y por primera vez, al jefe de Gobierno porteño, diputados, senadores y legisladores locales.
El Frente de Izquierda logró transitar las PASO y ubicarse en la cuarta posición para pasar a la instancia definitiva: el pasado agosto la fórmula Gabriel Solano – Vanesa Gagliardi obtuvieron el 4,01 por ciento del padrón, es decir, 77.494 votos.
En diálogo con Frecuencia Zero, el candidato y actual legislador brindó los principales lineamientos que el FIT tiene para con la Ciudad de Buenos Aires, entre los que se encuentra como principal factor la economía local. «No acuerdo con que la política económica no es problema de la Ciudad sino que es al revés: la gestión porteña agrava la política nacional», advirtió.
Según su lógica, «la política del gobierno contempla la violación de las leyes laborales a su interior y favorece el achatamiento de los salarios y la condición de vida de los ciudadanos». Es que, a partir de la muerte de una agente de tránsito en un incidente vial se conoció la situación de precarización laboral que sufren los contratados de la Ciudad que, sumado a los bajos sueldos docentes, grafica la situación de los trabajadores estatales. «Proponemos un blanqueo generalizado de los trabajadores precarizados en el Estado», reconoció.
Otra de las críticas que realizó el legislador fue a la gestión de las fuerzas de seguridad que, tras el traspaso en 2017, pasó a la órbita del gobierno de la Ciudad. «El despliegue de tanta fuerza no ha solucionado el problema: desde que (Diego) Santilli tomó el mando de la policía se ha agravado la represión de la protesta social», explicó. En este sentido, la Policía de la Ciudad es un elemento más a tener en cuenta junto a la Justicia y los fiscales que «son un todo». «La Justicia es responsable en gran medida del hundimiento de este país: no solo hay que modificar las fuerzas de seguridad sino también al Poder Judicial basado en leyes cuestionables y sin control popular».
Diferenciándose de los programas de las dos fuerzas más importantes, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, Solano propuso como plataforma económica «nacionalizar la banca» y «monopolizar el comercio exterior», considerando que «el país delega la relación con el mundo mediante un grupo de empresas»: «La Argentina con Alberto, Mauricio o Lavagna está condenada a ser una semi-colonia financiera, pero no con el Frente de Izquierda», concluyó.
