Review Fledgling Heroes: mucho más que un juego mobile

Subtle Boom expande la fórmula de Flappy Bird, proveyendo todas las complejidades que hacen a un juego total y completo, convirtiéndolo en un desafiante side-scroller (con aires de Donkey Kong) al que se puede jugar en Nintendo Switch con solo un dedo.

Fledgling Heroes ya está disponible para Nintendo Switch y dispositivos Apple.

Cuando me tocó hacer la review de House of Golf para esta misma consola, me permití reflexionar sobre lo preocupante que sería para la Switch —siendo la plataforma del momento para los desarrolladores— volverse el refugio por defecto para ports “a lo chanta” de juegos mobile, como si se tratasen de dos mercados completamente análogos, saturando a la eShop de títulos de pobre calibre y generando una tendencia a reducir el esfuerzo a la hora de desarrollar para la consola.

Por eso cada vez que veo un título que tiene su origen en celulares y rápidamente “renace” en la Nintendo Switch, el prejuicio me hace mella y espero adaptaciones creadas con el único propósito de dar un manotazo extra al bolsillo, sin comprender el verdadero potencial de la consola portátil. Por suerte, Fledgling Heroes me demuestra que hay algunos juegos que sí merecen dar el salto. Vamos a ver por qué sus pajaritos voladores triunfan donde otros no.

En Fledgling Heroes no controlamos a uno, sino a varios plumíferos diferentes, con sus estrategias de vuelo únicas y un mar de niveles que se adaptan específicamente a cada personaje que controlamos.  Si los hub worlds de la mayoría de los juegos tienden a ser genéricos y familiares, acá la gente de Subtle Boom le encontró la vuelta para que el recorrido de los mundos sea de lo más entretenido y diverso posible, pudiendo alternar entre personajes y sus niveles al mismo tiempo, pero también entre diferentes ramas de esos sets de niveles, que divergen y convergen en puntos clave como jefes o portales a los otros mundos, haciendo que el descubrimiento del mapa sea una experiencia a tu medida y a tu ritmo (siempre y cuando uno tenga las suficientes plumas coleccionables para desbloquear cada nuevo segmento).

Esas plumas se consiguen por nivel, sea porque van a estar desparramadas en lugares estratégicos cual coleccionable de Donkey Kong Country, o porque las vamos a poder “comprar” realizando desafíos varios, como juntar una cantidad de monedas, eliminar a un tipo de enemigos, desviar “x” proyectiles, etc. Como las plumas más accesibles no van a alcanzar para desbloquear todos los niveles, la gran dificultad del juego va a estar puesta en estos desafíos que hacen al núcleo del gameplay. Y si bien podemos decir que este es un título orientado a los más chicos —por su adorable arte y música, como por su manejo ultra-sencillo con la pantalla táctil— muchos de estos desafíos van a frustrar hasta a los más grandes, porque al igual que en Flappy Bird, la clave de todo va a subyacer en no tocar los bordes que dañinos ni de cerca… y créanme que hay mucho para tocar.

Pero estas plumas no van a ser las únicas piezas coleccionables, sino que todos los niveles van a estar recargados de otros items que van a contribuir al segundo gran apartado del juego, y quizás el más inesperado para un título que parecía tan simple en su superficie: la personalización.

No solo vamos a poder diseñar al pájaro perfecto cambiando cada pigmento como en el Microsoft Paint (aplausos para el diseño artístico por prever esta complejidad) sino que además de los skins y paletas de colores, vamos a ir desbloqueando los fragmentos mismos que componen cada nivel, desde enemigos hasta estructuras, que luego se podrán ir implementando en un muy avanzado editor de niveles.

Si en la review de 80’s Overdrive mencionaba lo rudimentario que era su editor y como estaba a años luz de algo como lo visto en Super Mario Maker, acá tenemos todo lo opuesto, demostrando que algo de ese calibre es bien posible en un juego independiente. La dedicación que los desarrolladores le pusieron a este “modo extra” para hacerlo de lo más completo es admirable, manteniendo la interfaz súper sencilla y fácil de usar desde el primer instante. Y sí, es posible compartir las creaciones y jugar a las de los demás, hasta calificarlas, y cabe aclarar que esto no requiere membresía de Nintendo Switch Online.

La sorpresa final que se guarda Fledgling Heroes es un modo cooperativo bien clásico, ideal para la función compartida de los Joy-con, pero que también si se quiere, permite usar la misma pantalla táctil asignándole una mitad a cada jugador —que, aunque no sea lo más cómodo del mundo, no se desprecia.

Conclusión

Fledgling Heroes esconde más de lo que aparenta bajo sus plumas, siendo una gran opción para padres que quieren introducir a los chicos al mundo de los videojuegos más desafiantes, con una suerte de eslabón entre un runner para celulares y un side-scroller hecho y derecho.

Gracias a su enorme mapa, modo cooperativo y niveles diseñados por jugadores de todo el mundo, la vida útil del juego es más que amplia, asegurando una experiencia muy superadora en comparación a cualquier título de esta categoría.

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