El desembarco de Sergio Massa en el Palacio de Hacienda trajo consigo una cierta «tranquilidad» a los mercados. Esto se debe a que viene con el apoyo del establishment, que eligió al líder del Frente Renovador para la profundización del ajuste.
Roberto Ruiz, columnista, dijo que el «superministro» es el Lavagna de Duhalde, porque el «trabajo sucio» lo hizo Silvina Batakis. Lo que hará en principio será un primer ajuste y ahora el arco kirchnerista no se puede hacer el distraído porque lo apoyaron.
«Ya no se pueden hacer los distraídos. Acá está el apoyo de Cristina (Fernández de Kirchner) y tiene que hacerse cargo, porque siempre el ajuste lo hacían otros. Y La Cámpora no critica».
A su vez, Massa tiene relaciones con la embajada de Estados Unidos. El actual embajador argentino en EE.UU. Jorge Argüello dijo ayer que el superministro es “una persona conocida y reconocida en Estados Unidos». Incluso, ya tiene arreglada parte de la agenda para su viaje a ese país.
En medio de la crisis económica, el mes pasado la Cámara de Diputados votó el alivio fiscal para las automotrices, una ley que prevé sacarles impuestos, derechos de exportación y demás beneficios para esta industria.
De esta manera, Ruiz planteó que hay un sector del Frente de Todos (FdT) que dice que no quieren un ajuste y no tiene nada que ver, pero «después ponen el gancho en el ajuste». «De acá en más, va a haber un peronismo unido», concluyó Ruiz en diálogo con FRECUENCIA ZERO.
