MACRI Y LA MENTIRA DE LOS PILETONES
Piletones: mientras vecinos caminan entre el agua, Macri los utiliza para su campaña
YA NO SOS MI MARGARITA
Inundaciones y cloacas que rebalsan a diario, falta de gas, de agua corriente y hasta de una línea de colectivo que entre al barrio.
Cuando en plena campaña habla de «su urbanización de las villas», nombra al barrio de «Los piletones» como ejemplo de su gestión. La verdad es que nada de eso ocurre y todo sigue igual que siempre y solo hay algunas cuadras «maquilladas» para la foto, pero la realidad es otra.
Natalia se levanta todos los días a las 7 para hacer el desayuno de los chicos, preparar la vianda y salir, ya y media y a las corridas, para hacer las siete cuadras que la separan de la línea de colectivo más cercana. «Al barrio no entra ninguna línea», asegura. Con algo de precisión, a las ocho estará viajando, ocho y media dejando a sus hijos en el colegio y a las 9 nuevamente en otro bondi, que la alcanzara hasta el trabajo. Si tiene suerte y ayer no llovió, la cuadra de su casa, ubicada en la manzana 9 del barrio Piletones no estará convertida en una pileta de natación.
Y si tiene más suerte aún, las cloacas esta vez no habrán rebalsado, y ella no tendrá que hacer malabares, con los chicos en brazos para sortear los excrementos de los vecinos que hay a lo largo de toda la calle y podrá realizar el trayecto tranquilamente.
Tan sólo siete días atrás, el candidato presidencial Mauricio Macri pasó por aquí para cerrar su campaña presidencial en Capital, donde se fotografió con la dirigente social Margarita Barrientos- quien, pese a haber obtenido el tercer lugar en las elecciones vecinales es la persona de contacto con el gobierno porteño- elogió su obra, y prometió ante las cámaras llevar «el modelo de urbanización de Piletones a todas las villas del país».
Sin embargo, ese modelo de inclusión y de urbanización parece tener poco y nada: «Los vecinos no tienen gas corriente, con excepción del comedor de Barrientos, no cuentan con una escuela dentro del barrio, un jardín materno infantil, ni una salita de emergencias siquiera», afirmó Mónica Ruejas, la delegada elegida democráticamente por los vecinos del barrio, ubicado en Villa Soldati, e inaugurado por la gestión PRO el pasado mes de Abril entre bombos y platillos, y que hoy, seis meses después, está muy lejos de ser el paraíso planteado por el jefe de Gobierno: de 7.000 personas que viven allí, sólo 80 cuentan con su título de propiedad escriturado, y según denuncian los vecinos, lo hicieron entre aprietes y amenazas.