Se representó en series como El Marginal o Tumberos: la situación de las cárceles en Argentina es cada vez más desesperante, y el hacinamiento uno de los ingredientes que puede hacer que la problemática del sistema penitenciario termine en un punto sin retorno.
Esta semana, la cárcel de Devoto fue protagonista de una explosión de bronca por parte de los reclusos que la habitan: alrededor de 2 mil presos realizaron una batucada ‘pacífica’, que significó también quema de objetos como telas y colchones, para reclamar por el hacinamiento que sufren no solo en Devoto sino también, en Marcos Paz y Ezeiza.
Según remarcan los representantes del Sindicato de Trabajadores Privados de la Libertad (SUTPLA), la manifestación no fue violenta sino que se organizaron para reclamar por la «eliminación del certificado de antecedentes penales, la ampliación de los horarios de visita ordinaria, visitas íntimas y cupo de visitas, la eliminación de la prohibición de ingreso de la visita femenina con depósito, sin eliminar el depósito, la resolución del hacinamiento por instalación de camas dobles en celdas unipersonales y superpoblación carcelaria» entre otras solicitudes.
Esta situación, a su vez, se generó a partir del traslado que finalmente, y tras 40 años de reclamos de los vecinos de la Ciudad, se realizará en 2020, liberando más de la mitad del predio para ocuparlo con viviendas y espacios públicos. Los reclusos advirtieron que hasta que no tengan una reunion con el titular del Mecanismo Nacional, Jorge D’Agostino, seguirán con las manifestaciones.
