El fuego arrasó con 800.000 hectáreas y las pérdidas se estiman en $26.000 millones. Pese a que aún hay focos activos, los brigadistas celebraron la ayuda del clima para calmar las llamas. Se espera que continúen las precipitaciones en la provincia.
La lluvia llegó a Santo Tomé, Perugorría, Tabay, Empedrado, Villa Olivari, Paso de los Libres, Mercedes e Ituzaingó, en el interior de Corrientes donde trabajaban decenas de brigadistas. Sin embargo, hay localidades donde aún no cayó tanta agua como se necesita.
Una de las localidades más afectadas por los incendios fue Santó Tomé. Las lluvias trajeron un poco de alivio a la zona y los bomberos festejaron la llegada de la lluvia. «Olele, olala, si esto no es Bomberos, Bomberos donde está», cantaron los brigadistas.
Las lluvias podrían mermar los focos de incendio y dar alivio a algunos departamentos de Corrientes. Luego de un mes y medio del inicio de los incendios, y con alerta meteorológica de lluvias, la naturaleza podría darle un alivio a la provincia de Corrientes.
«Quedan muchos focos por combatir, pero estamos avanzando gracias al trabajo de más de 3.000 personas movilizadas en todo Corrientes», dijo el gobernador, Gustavo Valdés.
Pese a que el clima acompaña en algunas zonas, en la provincia todavía hay 12 focos activos en los departamentos de Concepción III, San Miguel, dos en Curuzú Cuatiá, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto, Virasoro, Alvear, Carlos Pellegrini, Lavalle y en la capital correntina.
