En una sesión maratónica, la Cámara de Diputados le dio media sanción al Presupuesto 2023, con 180 votos afirmativos, 22 negativos y 49 abstenciones. La UCR, Evolución, el interbloque Federal y Provincias Unidas apoyaron; el PRO y la izquierda se abstuvieron; y la Coalición Cívica, liberales y libertarios rechazaron la iniciativa.
El Presupuesto estipula un 60% inflación y 2% de crecimiento económico. Durante el debate, el Frente de Todos no consiguió los votos para la extensión de las facultades delegadas por las retenciones a las exportaciones. En el caso de la oposición, frenó el cobro de Ganancias al Poder Judicial.
Para el economista Pablo Anino, los presupuestos de la última década tuvieron un nivel grande de dibujos en los alcances macroeconómicos. Su mirada se sustenta en las fallas de crecimiento e inflación, fundamentalmente. «El de (Martín) Guzmán en 2021 proyectaba una inflación del 30% y vamos a terminar con 100%. Eso no se aprobó, pero es una muestra de la distancia», argumentó.
De todos modos, Anino planteó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la atención sobre los destinos de la salud, educación, empleo público y subsidios, ya que afectan a la vida cotidiana. Generalmente, son partidas que se cumplen o pueden tener alguna modificación.
«Hay un problema general de las proyecciones mal hechas que le pasan por falta de confianza, pero también hay una intencionalidad para ajustar partidas subproyectando la inflación», sintetizó el especialista.
