Los operador inmobiliarios porteños estimaron que los incrementos rondarán entre 25 y 30%. El objetivo de los propietarios es recuperar la rentabilidad perdida en el año 2016.
La inflación en territorio porteño cerró en el 41%, según la Dirección de Estadística de la Ciudad y el promedio de la suba del mercado inmobiliario fue de 36,7%. Debido a esta licuación de la rentabilidad para las unidades más chicas (uno y dos ambientes), algunos propietarios buscan recuperar esos puntos perdidos. Según la consultora Reporte Inmobiliario, en el caso puntual de los departamentos más chicos el alza fue del 27,5%.
Las inmobiliarias está pidiendo un 30% más para renovar contratos y en algunos casos hasta 40%, pese a que las proyecciones en la suba del costo de vida para este año se ubican claramente por debajo de esta cifra. El presidente del Centro de Corredores Inmobiliarios de Buenos Aires, Armando Pepe, aseguró que «se están cerrando contratos para 2017 y 2018 con alzas de 30% por año», aunque aclaró que «si la inflación baja, se renegociará».
