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EL MUSEO LOUVRE DE LA BOCA

l ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; el director del Ente Turismo de Buenos Aires, Carlos Gutiérrez; el embajador de Francia en Uruguay, Jean-Christophe Potton y el agregado cultural de Francia en Argentina, Jean-François Gueganno, recorrieron ayer por la tarde la muestra “Imágenes del Louvre: seis siglos de pintura europea”.

l domingo 14 de marzo fue la última jornada de exhibición en el barrio de La Boca luego de ser visitada por más de 100.000 personas desde su apertura a fines de octubre de 2009 en la costanera que va desde el tradicional paseo Caminito hasta el viejo puente Transbordador, a la altura de Almirante Brown.

egún afirmó el ministro Lombardi, “nuestros vínculos con Francia han hecho que más de 100.000 personas que visitaron esta muestra pudieran ver, tocar, sentir y apreciar obras de la historia de la pintura de un museo que muchas veces vemos a la distancia y que representa un símbolo del mundo del arte y la cultura”.

sta muestra ofreció en la Ciudad de Buenos Aires un panorama de la pintura occidental de los siglos 18 y 19, a través de la colección del Departamento de Pinturas del Louvre. Están representados todos los movimientos artísticos: Primitivos, Renacimiento, Maniérisme, Caravagismo, Clasicismo, Barroco, Rococó, Neoclasicismo, Romanticismo y Orientalismo.

n esa dirección se pudieron apreciar obras de Da Vinci, Tiziano, Murillo y Rembrandt, entre otros. Esta exposición internacional, que ya pasó por La Habana, Santo Domingo y Montevideo, se dio en el marco de un acuerdo entre el Ministerio de Cultura, el Ente Turismo de Buenos Aires y el Louvre, con la colaboración de la Embajada de Francia, la Alianza Francesa y la Intendencia Municipal de Montevideo.

n el marco de esta exposición el ministerio de Cultura porteño implementó desde fines de enero “A pintar en la Ciudad” junto al artista plástico Marino Santa María, una iniciativa para chicos de 4 a 12 años con el objetivo de que ese espacio lleno de bellas imágenes funcione como disparador de su propia expresión creativa.

aballetes, pinceles, témperas, acrílicos y lápices estuvieron al alcance de los chicos para que se expresaran libremente en un marco de inigualable identidad porteña como la Calle Caminito y el Puente Trasbordador. Miles de chicos que vieron las réplicas de las obras maestras con visitas guiadas, también dibujaron y pintaron en ese mismo lugar.

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