La Ciudad de Buenos Aires volvió a ser un caos durante toda la jornada de ayer: es que en el marco de una jornada de lucha en reclamo de «tierra, techo y trabajo; contra el hambre y los tarifazos», militantes de distintas agrupaciones y organizaciones sociales y sindicales protagonizaron una manifestación hacia el Ministerio de Desarrollo Social ubicado en la Avenida 9 de Julio.
Pese a la queja de la titular de la cartera, Carolina Stanley, que había avisado que no era necesario «utilizar métodos extorsivos» para hacer escuchar los reclamos, los dirigentes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), el movimiento Barrios de Pie, el Frente Popular Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha decidieron llevar a cabo la protesta.
En comunicación con este medio, Juan Carlos Alderete, referente de la CCC, explicó que «no hubo ninguna convocatoria»: «No nos convocan a una reunión, no se puede hacer diálogos de sordos. apostaron a que fracasara lo de la manifestación».
«Nos llamó la atención que la ministra saliera diciendo que somos extorsionadores, porque no ven la gravedad de la situación: si no nos convocan vamos a seguir en la calle para que no nos saquen lo poco que conseguimos en los últimos años», continuó Alderete, quien ayer fue uno de los oradores de la manifestación que reunió, según cifras de los organizadores, alrededor de 200 mil personas.
Uno de los reclamos que realizaron pasó por la poca respuesta que tuvieron por parte del ministerio tras un año de debacle económica: las agrupaciones solicitan que pongan en marcha cuatro leyes que vienen negociando hace mucho tiempo y que por el momento están paralizadas. «No es una solución pero es un paliativo, necesitamos que se apruebe la ley que obliga a destinar el 25 por ciento de la obra pública a las cooperativas tradicionales», explicó Alderete, para mejorar la situación de las organizaciones que ya llevan construidas 7 mil viviendas en 14 provincias del país y hace dos años está paralizada.
Pese a las críticas hacia la CGT, una facción del triunvirato se dejó ver por el centro porteño: tanto Juan Carlos Schmid, secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, como Pablo Moyano asistieron a la marcha. «Le pedimos a la CGT que se deje de tomar mate y de dormir porque nos duele ver que una fábrica se cierra, quedan compañeros sin trabajo y estén tan pasivos», criticó, aunque destacó la actitud de Omar Palazzo (Bancarios), la CTA y los antes nombrados.
Sobre el proyecto del diputado bonaerense de la Coalición Cívica, Guillermo Castello, quien reclamó la quita de planes asistenciales para aquellos beneficiados que realizaran piquetes, Alderete le recomendó «que se preocupe por como resolver los problemas del país»: «Sabemos bien que causa molestias, pero hay una diferencia tremenda: ellos viven bien (por el diputado) y nosotros mal, y queremos que se resuelva», concluyó.
