La Justicia frenó la explotación del Microestadio Atlanta
Tras el reclamo de vecinos de Villa Crespo, la Justicia de la Ciudad determinó suspender la explotación económica del microestadio Buenos Aires Arena, que se encuentra en construcción en las inmediaciones del Club Atlanta.
La medida exige la realización de un estudio de impacto ambiental junto a una audiencia pública que la Ley 123 determina ante la construcción de obras de alto impacto. «Hasta ahora todas las aprobaciones venían avanzando porque los responsables decían que no tenía impacto relevante, pese al público asistente, el tráfico, el ruido que genera los eventos: uno puede estar de acuerdo o no con la obra pero no se puede negar que el impacto existe», declaró en Frecuencia Zero Andrés Borthagaray, arquitecto y ex Subsecretario de Descentralización, Planeamiento Estratégico y Transporte y Tránsito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El juez Aurelio Luis Ammirato dio lugar a la medida cautelar impulsada por la presidenta de Fundación Ciudad, Andreina Luca de Caraballo, quien reclamó que el cambio de las dimensiones de la obra conllevaba hacer estudios técnicos para determinar el impacto que generaba.
La superficie total del proyecto, que en 2015 era de alrededor de 11.000 m2, pasó a 28.000 m2 y la capacidad de 8.000 a 16.000 espectadores, triplicando la cifra de espectadores del Luna Park.
Según el fallo, «en estas condiciones, corresponderá ordenar que, con caracter previo al inicio de la explotación del microestadio Buenos Aires Arena S.A. realice el procedimiento técnico administrativo completo de EIA, incluyendo la celebración de la audiencia pública prevista para las actividades con relevante efecto ambiental (arts. 8 y 26, Ley 123); así pues, el estadio no podrá ser inaugurado sin antes acreditar en autos el acabado cumplimiento de los requisitos legales aquí señalados».