La jornada arrancó con una Ciudad convulsionada: es que a la movilización por tiempo indeterminado de las organizaciones populares que solicitan la declaración de la Emergencia Alimentaria en todo el país se le sumó la protesta de los maestros que, tras el violento desalojo que sufrieron los docentes en Chubut por parte de trabajadores petroleros, decidieron convocar a un paro docente nacional.
«El paro es contundente en todo el país, y tiene como finalidad manifestar desde la docencia el repudio a lo sucedido: queremos que el gobierno provincial se avenga a buscar una solución pero no vemos por ahora una salida», disparó en diálogo con Frecuencia Zero el secretario general de la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS) que reúne a todos los docentes de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Adaro.
El inicio del conflicto se dio a principio de año cuando el gobernador Mariano Arcioni decidió aceptar un aumento docente del 37,9 por ciento para el básico sumado a una clausula gatillo. Luego de conseguir la reelección, no cumplió con el pago de la paritaria y derivó en la renuncia del ministro de Educación Leonardo De Bella.
En este sentido, Adaro criticó la posición de Arcioni acusándolo de tomar una «postura extorsiva» ya que el Ejecutivo ahora exige dejar entrar a la economía local las empresas multinacionales . «La provincia quiere fondos para poder hacer frente a los acuerdos que firmó, el problema no es el salario porque el costo de vida en la Patagonia es significativamente mayor que en el resto del país; los chubutenses no dicen ‘Arcioni dio de más’ sino que no está cumpliendo», reparó.
Por otro lado, el dirigente gremial responsabilizó al gobierno nacional a quien le endilgó que «no hay una solución que contemple una ayuda del gobierno nacional». «Creemos que se necesitan políticas públicas a nivel nacional, como la Ley Federal de Educación», concluyó y reclamó que el Estado libere fondos para que Chubut pudiera finalmente pagar los sueldos para resolver la situación.
