Coronavirus: Conviviendo con la pandemia
Dos argentinas residentes en Italia y España nos cuentan como es la vida cotidiana ante el brote de coronavirus en Europa.
Verónica es argentina, hace 13 años que vive en la ciudad de Vicenza, en el norte de Italia. En dialogo con Sentido Común, en el aire de FRECUENCIA ZERO, comentó como fue el inicio de la enfermedad su ciudad: » Todo comenzó a mitad de enero, cuando se conoció que había dos personas que venían de China que estaban infectados. Luego, sucedió todo de un día para el otro: en las vacaciones de Carnaval, los controles empezaron a dar positivo uno tras otro y se crearon las zonas rojas, donde se pusieron a todas las personas de toda las ciudades en cuarentena., pero quizás se detectó tarde, porque el problema de este virus es que tiene una incubación muy larga, entonces haciendo vida normal se puede contagiar a un montón de personas, eso fue lo que sucedió.»
Luego Verónica detalló como se está viviendo en la actualidad: » Luego de esto, el gobierno tomó medidas drásticas, como cerrar todas las escuelas que son un foco importante de propagación. Tuve que cambiar los hábitos: no salgo a tomar café, ni el aperitivo que es una costumbre muy arraigada de este lugar. Solo se puede salir de casa con una certificación por tres motivos: ir de compras al supermercado o la farmacia, ir a trabajar o ir al hospital por controles médicos . La vida cambió completamente, pero estoy completamente de acuerdo con estas medidas, hay que hacerlo para frenar el contagio».
Por su parte, María Paz Giambastiani, vive en Bilbao, España. Ella habló sobre la situación del coronavirus en su ciudad, pero expreso que la situación no es tan traumática como se la percibe desde nuestro país: » Acá hay 5000 casos declarados, 150 muertos pero el año pasado hubo casi 6000 casos por gripe común, por eso el principal problema es el colapso del sistema de salud, que al estar saturado, impide atender otros casos urgentes. Por otro lado, es muy impactante la imagen de las góndolas de los supermercados vacíos, pero esto tiene más que ver con los tiempos de reposición que con un desabastecimiento real .»
En cuanto a los quehaceres de la vida cotidiana, comentó su experiencia: » Hay mucha solidaridad en la población, nos organizamos para hacer las compras y demás actividades, . Hubo que tomar medidas difíciles, es verdad , pero es una situación novedosa a nivel mundial que requirió este tipo de decisiones para llevar tranquilidad a los ciudadanos.»