Cada vez que nos enteramos que un juego pertenece al género Rogue (Like/Lite) lo mínimo que nos genera antes de probarlo es una sensación de respeto o, por qué no, un poquito de miedo. Sabemos de antemano que el game está diseñado para hacernos sufrir, esforzarnos, tratar durante horas de mejorar cada partida, conseguir ítems o habilidades que seguramente vamos a perder muy pronto y saber que todo no solo está librado a cuan bien juguemos, sino también al Dios del Azar que determinará que ítems vamos a obtener en cada pasada.
Rogue Explorer nos abre la puerta, nos da una palmadita en la espalda y al mismo tiempo nos dice: “Pasá tranquilo, campeón. Todo va a estar bien”.
Rogue Explorer está disponible para Playstation 4/5, Xbox One, Nintendo Switch y PC.
DIRECTO A LOS BIFES
Siempre suelo contar un poquito la historia de los juegos que analizo, pero acá no hay mucho que contar. Prácticamente nada, no hay una historia. Somos un guerrero que se lanza a diferentes mazmorras y tiene que recorrerlas por completo eliminando enemigos, juntando oro, ítems y armas y, si llega, derrotar a un Boss en cada una de ellas. ¿Por qué? Porque si y listo. Así que mejor pasemos a otra sección.
UN GAMEPLAY SÓLIDO, ADICTIVO Y QUE CASTIGA MUY POCO
El juego es simple y directo. Arrancamos con un tutorial dónde se nos indica los 3 movimientos básicos del juego. Atacar, saltar (que no solo sirve para subirnos a diferentes plataformas sino también para abrir cofres o golpear enemigos cayéndoles encima, y trepar, tanto por paredes como cuerdas. Tras estos 30 segundos iniciales, aparecemos automáticamente en un lobby con forma de pueblito, el cual no recorremos libremente sino que elegimos diferentes opciones: a qué mazmorra meternos (de un total de 13, 10 habilitadas en principio y 3 que se habilitan al completar las primeras), que ítems o armas equiparnos, un árbol de habilidades dónde podremos ir desbloqueando upgrades a medida que juguemos, y hasta una opción de cambiar de aspecto a nuestro personaje.
Las mazmorras están divididas en varias partes, generalmente entre 3 y 5, y al final de cada una de ellas nos enfrentamos a un jefe. Cómo típico Roguelike, empezamos cada una de ellas en nivel 1, y vamos subiendo de nivel a medida que derrotemos enemigos. Cada vez que llenemos la barra de experiencia, se nos dará la opción de elegir una de tres mejoras al azar, para hacer nuestro recorrido más sencillo. Ya sea que completemos el dungeon o no, volveremos al lobby con nivel uno y perdiendo todas las habilidades que ganamos al adquirir experiencia en esa pasada. Pero conservaremos todo el oro y los ítems que hayamos podido encontrar. Y ahí, justamente, radica la “amigabilidad” de ROGUE EXPLORER.
MÁS FUERTES NOS VOLVEMOS, MENOS MIEDO TENEMOS
Los ítems que conservamos pueden ser armas, armaduras, accesorios o materiales de fabricación. Todos pueden ser equipados previamente a ingresar a cada mazmorra y son permanentes, salvo que los cambiemos, vendamos o desarmamos. El oro, por su parte, permite ir upgradeando los ítems anteriormente mencionados si tenemos los materiales de fabricación necesarios y además permite ir desbloqueando otros upgrades desde un árbol de habilidades. Podemos ir aumentando nuestra barra de vida, poder de ataque o incluso adquirir para siempre algunas de las habilidades temporales que se encuentran al subir de nivel en cada mazmorra. De esta manera, vamos a terminar siendo cada vez más fuertes y mejor equipados, así que cada ingreso nuevo a las dungeons nos va a ser mucho más fácil que el anterior.
Las dungeons, asimismo, se dividen no solo en varias secciones sino también en nivel superior y nivel inferior. El nivel inferior es siempre igual y no cambia en ningún momento, mientras que el nivel inferior se va generando de forma aleatoria cada vez que entramos y cambiando también de acuerdo al reloj interno del juego, que modifica el escenario o los enemigos según sea de mañana, tarde o noche.
LA FACHA ES LO MÁS IMPORTANTE
A pesar de que está realizado completamente en pixel art, el juego se ve muy bonito. De colores vivos y brillantes, los escenarios tienen ciertas partes en movimiento que simulan un aspecto 3D. El personaje, por su parte, no solo exhibirá en pantalla todas las armas y armaduras que le equipemos, sino que también podremos modificar el color de las mismas y hasta el pelo, los ojos y la cara de nuestro héroe.
Hablando de armas, algo que particularmente me gustó es el detalle de que las mismas flotan alrededor nuestro (algo que está de moda bastante últimamente, en juegos como Nier: Autómata o Genshin Impact) y se lanzan directamente al enemigo cada vez que pulsemos el botón de ataque. Lo mejor es que podemos equipar una en cada mano, que incluso pueden ser distintas, y hasta aumentar la cantidad de ellas si nos toca la posibilidad de elegir ese upgrade al subir de nivel dentro de una mazmorra. Así que no saben lo lindo que se ve correr por una cueva oscura mientas una lanza, una espada, un hacha y una katana atacan a los enemigos que tenemos cerca.
ROGUE PARA TODOS
ROGUE EXPLORER es desarrollado por Eastasiasoft y Zoo Corporation. Ambas empresas tienen sendos currículos y son parte de la industria de los videojuegos hace décadas. Aún así, la premisa general siempre fue la de hacer juegos con accesibilidad. En un momento dónde todo lo que sale es “el Souls de…”, dónde la dificultad y el sufrimiento del jugador son una constante, ROGUE EXPLORER encuentra una vuelta de tuerca para mantener la esencia de un género tradicionalmente muy duro, y convertirlo en una experiencia disfrutable para jugadores con cualquier nivel de habilidad.
Por supuesto que un jugador experimentando va a romper el juego enseguida, pero los menos capaces o los nuevitos en el género Rogue tienen aquí una excelente oportunidad de iniciarse o aprender, lo cual es más que válido e incluso algo para agradecer.
