Rascando el fondo de la olla del campo
El presidente Alberto Fernández se reunió con el ministro de Agroindustria de la Nación, Julián Domínguez, para analizar la suba de retenciones. Luego del encuentro, la portavoz, Gabriela Cerruti, descartó un aumento del impuesto al maíz, la soja y el trigo, en medio de la reacción del campo. No obstante, anticipó el anuncio de medidas para el final de la semana.
En la misma sintonía se presentó en el Senado el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, para defender el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). «No se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos», afirmó. Sin embargo, ninguno de los funcionarios habló de la harina y el aceite de soja.
«El Gobierno está desesperado por dinero. Estos dos puntos que subirá Guzmán (pasando del 31 al 33%) son 400 millones de dólares. Este rasqueteo lo midió en términos fiscales y no políticos. Entonces, se arma una crisis política en una medida fiscalista, que busca plata donde sea», analizó el periodista especializado en agro, Matías Longoni.
De este modo, aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que se espera un Decreto para incrementar las retenciones, teniendo en cuenta que el domingo a la tarde (mientras jugaba River en el Monumental) cerraron las exportaciones de aceite y harina de soja. Esta decisión preventiva es para que las exportadoras no hagan negocios con los números viejos.
El periodista señaló que el Ejecutivo no puede aumentar más del 2%, y busca nivelar el porcentaje con el poroto de soja. A su vez, aclaró que extenderlo generaría un conflicto con el campo, imponiéndose un escenario similar a 2008. «En este caso están jugando al límite y rascando el fondo de la olla que ya aporta mucho», planteó Longoni, sobre un sector que proporciona 9 mil millones de dólares.