Con la confirmación de siete frentes para competir en las elecciones bonaerenses, el cierre de alianzas dejó señales claras sobre la reconfiguración del escenario político local. En el centro de la escena quedó el acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO, que inscribieron su coalición bajo el nombre “Unión La Libertad Avanza”, manteniendo el color violeta como insignia y evidenciando un nuevo equilibrio de poder. A su vez, el frente peronista “Fuerza Patria” logró aglutinar las principales terminales del oficialismo provincial, mientras que “Somos Buenos Aires” emergió como tercera vía con sectores del radicalismo, el socialismo y fuerzas vecinales.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el politólogo Emanuel Boente Brusa analizó la reciente alianza entre LLA y el PRO como una absorción más que una fusión: “Es el principio de la desaparición paulatina del PRO; se va a replicar a nivel nacional”. El analista remarcó que el partido fundado por Mauricio Macri entregó estructura y territorio a cambio de protagonismo, pero en una negociación “desde la debilidad”. A su vez, destacó que muchos dirigentes del PRO aceptaron la alianza para no quedar fuera del juego y evitar fugas hacia las filas de Milei. La configuración de las listas será clave para saber si el PRO logra conservar espacios o si termina diluido bajo el paraguas libertario.
Boente Brusa también señaló que “Somos Buenos Aires”, aunque agrupa una variedad de fuerzas opositoras al oficialismo y al gobierno nacional, aún no construyó una agenda clara que le permita destacarse. “Podría sacar un 10%, pero va a quedar eclipsado por la polarización entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza”, explicó. Para el Lic. en Ciencias Políticas, el mapa bonaerense refleja una estrategia nacional: “LLA no busca una coalición permanente, sino construir un partido unificado”. Y advirtió que el desenlace del armado electoral en octubre podría sellar definitivamente el destino del PRO.
