Ni la ayuda de Estados Unidos logra contener el dólar

A pocos días de las elecciones, el dólar superó los $1.500 y el Banco Central vendió USD 45, millones para intentar contener la escalada. Pese al SWAP con los Estados Unidos y el apoyo explícito de Scott Besssent, las operaciones no lograron frenar la suba y la tensión se mantiene alta en el frente financiero.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el economista Pablo Anino sostuvo que “lo que estamos presenciando es una fuerte corrida cambiaria”, impulsada principalmente por grandes fondos de inversión y capitales concentrados. “No es el pequeño ahorrista quien compra dólares, sino el gran capital especulativo que anticipa una posible devaluación después de las elecciones”, explicó. Según el analista, las intervenciones del Banco Central y del tesoro norteamericano son medidas de “muy corto plazo” que no alcanzan a frenar la desconfianza del mercado.
Anino afirmó que el problema no es de liquidez, como sugieren las autoridades estadounidenses, sino de insolvencia estructural. “Argentina tiene una deuda externa impagable en manos de los amigos de Bessent. Ellos saben que el Estado argentino no puede afrontar los pagos futuros”, advirtió. En ese marco, consideró probable que, tras los comicios, el gobierno impulse una devaluación “controlada” junto con una reestructuración de deuda.
El economista también cuestionó el rol del ministro Caputo y de los ex funcionarios vinculados a JP Morgan, a quienes responsabilizó por “profundizar el endeudamiento y las operaciones turbias” del país. Según Anino, una suba del tipo de cambio provocaría un nuevo deterioro del poder adquisitivo: “Una devaluación es antes que nada una devaluación del salario. Los precios se mueven más rápido que las paritarias y eso golpea directo al bolsillo de la gente”, concluyó.



