Los instrumentistas fueron dirigidos por Llorenc Barber
¡CAMPANEA QUE MULTITUD!
MÁS DE 115.000 PERSONAS DISFRUTARON DE UN NOTABLE CONCIERTO DE CAMPANAS EN EL CASCO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Hoy, el Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires se convirtió durante 50 minutos en un inmenso auditorio al aire libre en el que más de 115.000 personas disfrutaron de un excepcional Concierto de Campanas, gracias a una iniciativa del Ministerio de Cultura del Gobierno porteño. El notable musicólogo, instrumentista y compositor español Llorenc Barber dirigió los sonidos de 60 campanas distribuidas en 15 campanarios ubicados en 11 sedes.
El concierto se transmitió en una pantalla de 5 por 4 metros ubicada frente a la Plaza de Mayo a 2,50 metros de altura.
Las 60 campanas fueron ejecutadas a mano por 34 músicos campaneros, además participaron 7 directores de campanario, 1 director de fuegos, 1 director de sirena, 10 percusionistas y 7 campaneros asistentes y hubo invitados especiales como Gillespi, que tuvo a su cargo la sirena de la Casa de la Cultura; Leo García y Christian Basso, éste de La Portuaria.
El cierre fue en el Edificio Siemmens (Presidente Roca 516) con fuegos artificiales y un “tutti finale” con todas las campanas sonando al mismo tiempo. Promediando el concierto sonó con un solo espectacular la vieja e histórica Sirena del ex diario La Prensa, que funcionó en lo que hoy es la Casa de La Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en avenida de Mayo 575.
El Ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, entre el público, se manifestó “emocionado por el respeto con que la gente siguió el concierto” y aseguró que “la belleza y esta respuesta impresionante del público hacen que la ciudad sea el espectáculo, con este conmovedor uno junto al otro unidos por la sensibilidad ante esta muy sutil expresión del arte. Aquí hemos vuelto a comprobar que cuanto más excelencia y calidad tiene la propuesta, más responde la gente.” –concluyó Lombardi.
La elección del lugar o radio específico se realizó teniendo en cuenta la cantidad de campanas. La gente pudo desplazarse por el Casco Histórico sin autos y colectivos y recorrer los campanarios en silencio, dado que se cortó el tránsito vehicular desde las 15 horas en el radio comprendido por Leandro N. Alem, Paseo Colón, Belgrano, Lima, Cerrito y Corrientes. Además, hubo cuatro puestos de informes para que la gente consultara y pudiera retirar folletería explicativa. Los puestos estuvieron ubicados en la Casa de la Cultura (Avenida de Mayo 575), Diagonal Norte y Florida, en la Iglesia de San Francisco (Alsina y Defensa) y en el Convento de Santo Domingo (Defensa 422).
Sonaron las antiguas y solemnes campanas San Ignacio de Loyola (Bolívar y Alsina), la parroquia más antigua de la ciudad; las del convento San Francisco (Alsina y Defensa) y sus fantásticas cinco campanas españolas de gran vigor sonoro; las del pequeño Carillón de la Casa de la Cultura (Avenida de Mayo 575, edificio del ex diario La Prensa) con sus claros agudos; la espectacular y vieja campana del Cabildo (Bolívar 65), y las del convento de San Juan Bautista (Alsina 820) colocadas allí desde 1806 y traídas de Francia, donde hubo además un grupo de percusión de metales.
También se pudo escuchar el espectacular sonido del Carillón más grande de América latina, ubicado en la terraza del cuarto piso de la Legislatura porteña (Perú 160) con sus 30 campanas alemanas que se ejecutan desde un teclado; el Reloj de la Legislatura (Perú 160); la Parroquia San Roque (Bolívar y Defensa), el Palacio Municipal (Bolívar 1), la Basílica de Santo Domingo (Defensa y avenida Belgrano) y la Iglesia de San Miguel Arcángel (Mitre y Suipacha), en cuya única torre tres antiguas campanas tuvieron también el acompañamiento de una percusión de metales.
Los «Conciertos de Ciudades» son una obra invención de Barber (nacido en Aielo de Malferit, Valencia, en 1948), el primero de ellos data de 1988 y fue en pequeñas ciudades españolas donde el artista empezó a dar forma a este concepto. Este tipo de evento ya se han realizado ya en mas de 200 ciudades en el mundo, algunas notables como Roma, Londres, Barcelona, Madrid, México, Salzburgo, Berlín, Lisboa, Venecia y Milán.
Este concierto fue el tercero en la ciudad de Buenos Aires. El anterior se había ofreció el 13 de diciembre de 2008 y su estreno en la ciudad se registró a fines de 1998, con un público que superó las 100.000 personas.
Un concierto de campanas es un conjunto de campanas en un radio reducido, libre de tránsito, ejecutadas a mano por músicos campaneros (tañedores), que leen una partitura especialmente escrita por Barber. No se tocan melodías, por el contrario se trata de una obra de vanguardia musical que busca «colores» y «espacialidad» en la música, para una platea móvil (el público), que camina en silencio por las calles de su ciudad escuchando sutilezas, rebotes y grandes «truenos» de metal, producidos por estos fantásticos instrumentos, a su vez las bombas de estruendo y los fuegos artificiales cumplen la función de «percusión aérea» y también siguen una línea de partitura escrita por el director, la vieja Sirena del ex diario La Prensa se luce a mitad de concierto con un «solo» espectacular , y desde los campanarios también bajarán otros sonidos que bajo instrucciones de los «Directores de Campanarios» ejecutan los músicos, tales como pequeños metales y tubos soplados que producen enrarecidos armónicos en el aire.
Esa cantidad de campanas combinadas con fuegos, estruendos, sirenas y demás aditivos sonoros producen infinitas sensaciones en la gente, que además recorre libremente un espacio que le pertenece, libre de motores y sonidos urbanos, por una vez, durante 50 minutos. Las campanas, a través de la historia, han sido la «voz oficial» de las ciudades, para alegrías y tristezas, duelos o casamientos, fiestas, fechas patrias y evento importante que se recuerde, y todos guardamos una «memoria» especial cuando ellas suenan.
UNA MULTITUD AL SON DE LAS CAMPANAS http://goo.gl/fb/wEaYf
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