Y… ¿QUÉ QUIERE QUE LE DIGA?
La ventaja con la que uno cuenta, es por sobre todo que…”no hay nada que inventar”; uno lo tiene todo a la vista, al oído…al olfato. Ocurre que todo lo que huele mal, es una suerte de “avanzada” respecto a la inmundicia que implacable se precipita sobre nosotros, los argentinos.
Y olía mal, el hecho que una Fundación solventada por el Estado (Ud., y yo), a manos de una anciana que no está en sus cabales, administrada por un parricida, no incurriera en felonía, haciendo aún más desgraciada la vida de un pobre a la espera de la vivienda prometida.
Y huele mal la constante proliferación de villas y asentamientos, donde como Ud. bien dice, “vive gente de trabajo”, a la que obligamos a ser cómplice o encubridora de los artífices del crimen y el narcotráfico organizados…no olvide que el 99% de las investigaciones exitosas, que son las menos, concluyen en esos lugares.
Y huele mal que personajes perfectamente individualizados, cuenten con el aval y hasta la prebenda, para asistir a espectáculos deportivos (léase Fulbo para todos), desnaturalizando la esencia del mismo, en lo que debería ser una fiesta, o cuando menos un momento de sano esparcimiento.
Y huele mal el hecho que un Gobierno excelentemente “populista”, con su dinero y el mío, fomente la vagancia a través de distintos planes, que de sociales no tienen un carajo. La cosa pasa por “quitarle” al que labura, única manera de hacer posible la mantención obscena de una manga más que importante de vagos de mierda, quienes “en devolución”, apenas están obligados a integrarse a alguna que otra marcha del vejamen, y el devenido apoyo incondicional.
Y huele peor aún, la veneración que se hace del ex Presidente de la Nación, ya fallecido. ¿Acaso estaremos a las puertas de la fundación de un nuevo Club Atlético de Fulbo denominado “Sportivo Néstor Kirchner”?. ¿O no conformes con eso, les anima la intención de convertirle en el nuevo Padre de la Patria?. En este caso, y como me decía una tía de pequeño, me quedo con la ilusión de “haber salido de un repollo”. ¿Qué quiere que le diga?.
¡Vamos mal pero estamos bien!, solía decir un personaje cuya memoria no viene a cuento. Lo jodido es que muy pronto, estaremos tan mal como vamos…¿me entiende?.
¿Recuerda esos versos que ya no se cantan de nuestro Himno?… “sean eternos los laureles, que supimos conseguir”. Fíjese que esos versos, al momento de ser escritos, dicen “supimos”, tiempo pasado del verbo “saber”…imagínese lo que queda para uno. Por otra parte, nadie que hoy esté vivo los supo conseguir; sí en cambio, hizo lo posible por verles pudrirse en el inmaterial de la añoranza.
¿Ud. sabía que las casas de juego están subsidiadas?. Se lo pregunto porque lo leo y me suena a “joda de Tinelli”, en lugar de un informe serio de Gobierno. ¡No; no es una joda!; en este momento lo veo a través de la “tele” a Julio De Vido, quien luego de corroborarlo, asegura que “las tarifas” no se modificarán! Y tampoco se modificará el choreo sistemático, la corrupción, el Gabinete de Ministros, la Suprema Corte de Justicia, ni ese Juzgado Federal de la Nación, cuyo titular, vestido de moñito, se asemeja más a un pequeño aeroplano dispuesto a despegar en cualquier momento, con capacidad de “aterrizaje” en todos aquellos lugares vedados a las aeronaves paridas en serio y en serie.
Pero su problema fundamental, pasa por el dólar. ¡No me lo niegue!. Los fantasmas del corralito y del corralón, le tienen a mal traer. Ud. está mirando de reojo, la fecha de vencimiento de ese plazo fijo que realizó en dólares, anhelando poder retirarle antes que le vuelvan a cagar.
El “panquequeísmo” nacido con Borocotó, y hasta hoy patrimonio de los funcionarios y políticos de la vergüenza, ha comenzado a apoderarse de todos. ¡A la señora nadie la votó, y una inmensa mayoría está harta y repodrida de sus más que repetidas histriónicas presentaciones.
Le aclaro que toda ésta parafernalia de la calentura y la indignación, no es apta para jóvenes de entre 25 y 35 años, quienes tienen “el mate” más lavado que esa vecina que todo los días acude a la peluquería, pasando del negro azabache, al rubio ceniza. ¡Ellos no tienen la culpa!; ¡Ud., sí tiene la culpa por no haberles dedicado la atención que largamente merecía “la otra parte de la historia”!…ocurre que “los milicos” no confrontaron contra un fantasma; ocurre que los milicos no confrontaron contra “jóvenes idealistas”, sino contra verdaderos terroristas, a quienes hoy se les puede ver por TV., luciendo la careta marchita de la hijaputez.
Lo dejo, antes que se me prenda fuego la notebook.
Ricardo Jorge Pareja