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«HALLARON MUERTA A LA MAESTRA»

¡Y la noticia, más allá de ser la menos deseada, conlleva el detalle positivo de la aparición!. Así le parezca brutal lo que le digo, piense en la cantidad de personas desaparecidas, y en cuya búsqueda se hallan empeñados familiares y amigos, abrigando esa esperanza que se diluye a medida que pasa el tiempo. Por lo poco que veo y puedo escuchar, hoy día domingo 8 de enero, Silvia fue literalmente “ejecutada” de un disparo en la nuca, el mismo día de su desaparición. Por otra parte, existe un sospechoso en cuyo poder fuera hallada la “carcaza” del teléfono celular de la víctima, y un par de zapatillas “manchadas con sangre”, cuyo simple análisis permitirá determinar, si se trata de sangre que perteneciera a la extinta. Ahora, y más allá de las otras evidencias que pudieran ser encontradas en el supuesto lugar del crimen, se siguen tejiendo conjeturas, respecto a  una supuesta mala relación matrimonial, que su esposo se ha encargado de rectificar. Punto.

Lo que sí llama poderosamente mi atención, es que esta última sucesión de crímenes, cuya autoría parece determinarse rápida y expeditivamente, queden finalmente abonados a la impunidad. En éste preciso momento, escucho hablar en off, a un periodista que se supone experto en la materia. Dicho periodista, no deja de hacer hincapié, en una serie de discrepancias matrimoniales, que concederían a quien fuera su esposo, la misma condición de “sospechoso”. Me pregunto quienes pueden no haberlas tenido, a través veintiséis años de convivencia. Me parece entonces, un tanto avezado el comentario, máxime teniendo en cuenta, la cantidad de gente predispuesta a elaborar su propia “película”, estimulando una suerte de “condena social”, que no debe ser justamente la perseguida. Por otra parte, y si de condenas sociales se trata, en nuestro país, tenemos como para entretenernos, y sobradamente, así permanezcamos a la expectativa, recomendando “al barba” se encargue de poner las cosas en su lugar.

¡Vea!, y perdone me disperse. Ocurre que a medida que le escribo, escucho a través de la tele, más precisamente C5N, a ese periodista que se supone avezado en la materia, en fluida charla con otro no avezado. Son las 13.40 del día domingo, y si Ud., ha tenido la desdicha de sintonizar igualmente ese canal, concluirá conmigo en la sarta de boludeces que dicen tanto el uno como el otro, con el agravante de estar estimulando semejante condena social.

¿Recuerda el crimen de Rosana Galliano, por el que fuera imputado como autor intelectual, su ex esposo José Jacinto Arce.?. Ocurrió hace unos años. Arce, quien estaba en un hospital acompañado de uno de sus hijos menores, llama por teléfono a Rosana, de la que se hallaba separado. Cuando ésta sale al exterior de la vivienda que habitaba para tener mejor audición, es literalmente acribillada a tiros. Él bastante mayor que ella, y para colmo, dueño de un perfil físico que poco le acompaña, estuvo dos años en cana, hasta que se le  debió liberar, por no existir en su contra plena prueba de culpabilidad. Ahora, y si recuerda el caso, le formulo una pregunta, recurriendo a su acostumbrada sinceridad. ¿No está Ud. acaso convencido/a, que Arce, sí tuvo que ver con el homicidio?. Punto.

Esto no quita, volviendo a Silvia, que el marido pueda ser el autor material y/o intelectual del homicidio, pero…¿no resultaría mucho más saludable que eso lo estableciera la Justicia?. Si quiere, le puedo citar el caso del Karateca, mucho más cercano en el tiempo. Para el periodismo, sin lugar a duda, el citado había sido el autor material del cuádruple aberrante homicidio. Hoy el Karateca está en su casa, la de él, circunstancia que no le libra de la condición de sospechoso. De lo que no existe duda alguna, es respecto a que no se ha tratado del autor material del múltiple crimen. Ocurre que una cosa es ser “sospechado de criminalidad”, y otra muy distinta, el “ser el condenado”, ¿comprende?. Gracias.

Y Ud., podrá decirme, por qué me enrosco en este tipo de temas, que evidentemente me conmocionan, y hasta sacan de quicio. Simplemente porque de otra manera, mal podría tomarme el permiso de escribirle, procurando ordenar su mate, y el mío, cosa que no hacen los periodistas de mención.

Lamentablemente, y por supuesto buenas sumas de dinero mediante, en toda investigación que debería ser “secreta”, se filtran informaciones  provenientes de personal policial o judicial, lo que da “suficiente tela para cortar, coser, y descoser. ¡Me voy a pegar un baño de agua fría!.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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