La Ciudad POL

DISCURSO DE MAURICIO MACRI (COMPLETO)

discurso de apertura de las sesiones en la Legislatura

Buenos días a todos. Hoy es un día muy especial para mí, porque es la última vez que voy a estar aquí sentado dando las palabras de inauguración de las sesiones ordinarias.

Quiero decirles que tengo una mezcla de sentimientos. Por un lado la alegría de que en todos estos años de trabajo alcanzamos la mayoría de las metas y objetivos que nos habíamos propuesto, pero, también, como una nostalgia anticipada, un sentimiento de pérdida, porque tomamos conciencia de que empezamos a recorrer los últimos pasos de una etapa que fue maravillosa para mí, para el equipo y seguramente también para los vecinos de Buenos Aires.

Fue hace siete años atrás que me senté acá por primera vez. Parece que fue ayer cuando los invité a compartir un sueño, el transformar la ciudad de Buenos Aires, el hacer una Buenos Aires mejor.

Y en ese momento les dije que no nos podíamos olvidar de los vecinos y que teníamos que tratar de entender que ellos esperaban que, dejando nuestras diferencias de lado, trabajásemos juntos en políticas concretas que nos trasciendan.

Con el correr de los años fuimos emprendiendo esta tarea, juntos, con acuerdos y diferencias.

Los porteños nos dieron su confianza, creyeron en nosotros, en nuestro gobierno, en este cuerpo legislativo, en nuestra capacidad de transformar las cosas para que todos podamos vivir mejor.

Por eso hoy quisiera decirles a todos ustedes, gracias. Gracias por dialogar, por compartir sus ideas, por creer que se puede hacer política de otra forma, aunque no pensemos lo mismo.

Todos estos años hemos podido generar consensos, establecer reglas de juego que nos permitieron estar cerca de la gente, con obras, con soluciones a sus problemas, con mejoras en todos los ámbitos.

Gracias por expresar sus diferencias, por dejarnos aprender también de ellas, y así poder, muchas veces, corregir nuestros errores.

Yo tengo el enorme orgullo de haber tenido la responsabilidad de conducir el Ejecutivo porteño todos estos años.

Pero es un orgullo que trasciende lo personal, porque no tiene que ver con nosotros. Tiene que ver con todos los vecinos.

Ellos son los verdaderos protagonistas de esta historia. Cada una de las personas que viven o transitan por esta Ciudad son las que merecen que trabajemos pensando en ellas, en ayudarlas a crecer, y no en nosotros.

Por eso quiero pedirles que me permitan decir un gracias enorme a todos los vecinos de Buenos Aires.

Gracias de corazón por darme la oportunidad de gobernar todos estos años, por confiar en mí y en todo el equipo, por acompañarnos, por opinar, por hacer críticas constructivas y reconocer los logros que construimos juntos.

La Ciudad creció. Todos crecimos.

Y lo mejor es que vamos a seguir creciendo, gobierne quien gobierne. Porque cada logro, cada problema superado, es un éxito ganado, un legado recibido.

Nosotros aprendimos mucho todo este tiempo.

Llegamos con buena fe, con conocimientos, con ganas y entusiasmo.

Sin embargo, durante aquellos primeros años, las cosas no siempre nos salieron como pensamos.

Emprendimos la difícil tarea del hacer, de invertir, de comenzar a poner el motor en marcha.

Confieso que no fue fácil. Las buenas intenciones no alcanzan para transformar. Hace falta mucho más que eso.

Hace falta compromiso, aprendizaje, coraje y humildad.

Gobernamos dialogando y aprendiendo.

Dialogar es dejar que los demás nos ayuden, nos cuenten sus necesidades, nos planteen sus problemas y nos acerquen sus propuestas.

Porque hacer es muy bueno, pero tenemos que saber qué es lo mejor para los demás. Un buen proyecto con los mejores expertos no sirve de nada si no escuchamos lo que los vecinos tienen para decirnos.

Un gobierno que no está atento a lo que opinan los demás, mal puede querer representar.

Cuando cerramos el oído, también cerramos el corazón, ¿y qué sería de la política y la democracia si gobernamos solo según lo que creemos o pensamos?

Por eso, otro aprendizaje de todos estos años es el valor que tiene la humildad.

Gestionando hemos tenido grandes aciertos, pero también nos hemos equivocado.

Humildad es reconocer los errores y tener el coraje de corregirlos. Eso nos ayuda a crecer, como equipo, como sociedad.

Estamos abiertos a los aportes y a las sugerencias constructivas, vengan de donde vengan, porque no nos creemos dueños de la verdad.

Jugar a que somos infalibles es vivir en un mundo irreal, de mentira. Y gobernar es decir la verdad.

Como también gobernar es cuidar.Es poner al otro antes que a uno mismo.

Es entender que el bienestar y la felicidad de los demás están antes que cualquier otra cosa.

Y también es entender para qué nos elige la gente. Es poner el Estado a su servicio, es exigir que todos pongamos lo mejor de nosotros para estar cerca de quienes más lo necesitan.

Mucho se ha debatido sobre las posturas ideológicas de los gobiernos. ¿Y saben qué? No hay ideología más fuerte que acercar el Estado a los vecinos, que cuidar más y mejor a quienes lo necesitan, que poner toda la energía para que cada persona se sienta tenida en cuenta y respetada.

Para eso estamos acá.

Y quiero poner el acento en esto, especialmente este año, un año muy importante para la democracia, para el país y para todos los argentinos, porque hay un ciclo que está terminando y otro por comenzar.

Por eso, sin importar quien gane las elecciones, tenemos que entender de una vez por todas que el Estado tiene que estar al servicio de la gente y no de los intereses de la política.

Gobernar también es armar equipos.

Nada de lo que hemos hecho todos estos años se habría podido hacer por una sola persona.

Un buen equipo requiere de conocimientos, pero también de voluntad y trabajo coordinado. Y más que nada, un buen equipo requiere de buenas personas.

Por eso quiero decirles que estoy orgulloso del equipo que me ha acompañado. Orgulloso por haber mostrado la grandeza de confiar en quien tenían al lado, la humildad de aceptar la correcciones, la fortaleza de superar las adversidades.

También es motivo de alegría saber que hemos podido generar políticas de Estado. Políticas de seguridad, de educación, de salud, políticas sociales, de transporte, hidráulicas, culturales, de innovación, políticas ambientales.

Nada de lo que hemos hecho ha sido sin pensar en el largo plazo.

Hemos continuado y realizado muchos proyectos propuestos por gestiones anteriores, dimos impulso a ideas nuevas y dejamos planes concretos para que puedan ser implementados por el próximo gobierno.

El que se siente en mi lugar tendrá a su disposición planes de gobierno de todas las áreas para poner en práctica desde su primer día.

Eso es cambiar la tendencia, es terminar con las políticas que empiezan y finalizan con cada gestión, es seriedad democrática, es pensar en la gente y no en nosotros.

Quiero lo mejor para los próximos años. Por eso, trabajando junto a los vecinos y a las organizaciones sociales, hemos creado un plan estratégico 2030, que estará a disposición de quien ocupe este lugar para continuar la maravillosa tarea de lograr que en Buenos Aires todos los días vivamos mejor.

«Vivir mejor» no es una frase vacía. Se traduce en las mejoras concretas, en cambios que afectan nuestra vida, como saber que si mandás a tu hijo a la escuela pública va a recibir una educación de calidad adaptada al siglo XXI.

Cada una de esas mejoras concretas es un éxito ganado.

Como los chicos que hoy ya desde primer grado comienzan a decir sus primeras palabras en inglés o a manejar su computadora personal. Son 250.000 chicos de los primarios porteños que han recibido su netbook.

O cada familia que sabe que puede dejar a sus hijos en uno de los 54 Centros de Primera Infancia, porque saben que ahí hay amor y cuidado y se van tranquilos a trabajar.

Como cada persona que hoy viaja mejor y llega más rápido adonde tiene que ir porque se toma el Metrobus, que muchos pensaban que era un disparate, pero que ha revolucionado el sistema de transporte público de la ciudad de Buenos Aires. Y con alegría ya es fuente de inspiración para otras ciudades de la Argentina.

Ya son 600 mil personas que usan el de la avenida 9 de Julio, el del Sur y el de la avenida Juan B. Justo.

Como cada bici más que vemos en la calle y que es un caño de escape menos contaminando el ambiente. Y son muchas, porque desde que lanzamos Ecobici, el sistema de transporte público de bicicletas, multiplicamos por 8 la cantidad de personas que eligen la bici para moverse de un lado a otro de la Ciudad, que ya son más de 120 mil todos los días. Y pronostico que esto va a seguir creciendo.

O cada familia que ya no se angustia cada vez que llueve porque sabe que su casa no se va a inundar, gracias a la mega obra del Maldonado, que terminó con esa pesadilla. Y hablo de 350 mil personas que fueron beneficiadas por esa obra.

Como cada pareja que después de pelearla durante años hoy puede hacer realidad su proyecto de familia en una casa propia. Desde que lanzamos el crédito «Primera Casa BA», son más de 2.000 familias las que lograron ser dueñas del lugar en donde viven.

Como cada joven emprendedor que se despierta todos los días apasionado por llevar adelante ese emprendimiento que él gestó.

Como cada una de las 200 empresas que ya se radicaron en el Distrito Tecnológico de Parque Patricios, un barrio que estaba abandonado y del que la gente se quería ir. Hoy los jóvenes vuelven para vivir. Ya se han generado 12 mil puestos de trabajo.

Cuando empezamos la zona Sur estaba muy deteriorada después de años de abandono con respecto al resto de la Ciudad. Así que nos propusimos trabajar para terminar con esa desigualdad, para que todos los vecinos pudieran tener las mismas posibilidades sin importar dónde nacieron.

Por eso me pongo tan feliz con cada nueva empresa que se radica en el Distrito. O con el CBC de la Universidad de Buenos Aires que acabamos de inaugurar, donde 3.000 chicos se preparan para la universidad en el sur de la Ciudad. O con la Usina de las Artes. O con el Mamba. O con la nueva estación terminal de larga distancia que avanza y terminaremos en breve.

O con la escuela de la Policía Metropolitana o con el primer Centro Verde que hicimos en Barracas. Y en breve también empezaremos a construir la Villa Olímpica, este evento que nos honra y que tendremos en la Ciudad en 2018, que terminarán siendo viviendas para la gente de la zona

También hoy quiero contarles, con mucha alegría, que ya empezó la mudanza a la nueva sede del gobierno en Parque Patricios y que en pocas semanas yo también me estaré mudando.

Y me quiero detener en este hecho, porque creo que la nueva sede de gobierno en Parque Patricios es un antes y un después en la historia de Buenos Aires. Es un símbolo de una ciudad integrada, es la confirmación de que vamos por buen camino.

Espero que este hito en la historia de la ciudad de Buenos Aires podamos recordarlo como un hecho trascendente para todos los porteños y un gesto de integración social que pueda marcar nuevos rumbos.

Todos estos logros nos hacen ver que se puede. Se puede estar mejor. Se puede hacer política de otra manera, pensando en la gente.

Se puede transformar una villa en un barrio para que los vecinos puedan vivir en buenas condiciones, como hicimos con la ex villa 19, hoy barrio INTA.

Se puede hacer mejoras como las que hicimos en Piletones, donde construimos un polideportivo, un Centro de Primera Infancia para los más chicos, un polo productivo, una casa para asistir personas que sufren adicciones, oficinas judiciales y una sucursal del Banco Ciudad.

Se puede reabrir el Teatro Colón después de 9 años de obras y 3 temporadas cerrado, algo que nadie imaginaba que íbamos a hacer.

Se puede lograr que familias enteras estén cada vez más comprometidas con cuidar el medio ambiente y separen la basura en sus casas. Hoy podemos decir que desde que pusimos en marcha el Plan Verde, gracias a una fuerte campaña de concientización, con los 8 centros verdes que tenemos, las plantas de tratamiento y la doble contenerización que estamos implementando, hoy podemos anunciar que logramos reducir en más de 50% la disposición final de la basura que generamos en la Ciudad, estando cada día más cerca de cumplir los objetivos de la Ley de Basura Cero.

Se puede modernizar la infraestructura hospitalaria, haciendo obras que llevaban 20 años de atraso como en el Hospital Pirovano, o 40 años, como en el Hospital Durand. Se puede llevar adelante el plan de equipamiento más importante de las últimas décadas, incorporando más de 800 equipos de alta, mediana y baja complejidad en los hospitales públicos para ofrecer un servicio de calidad a los pacientes.

Se puede hacer que la gente se sienta segura, que pueda salir tranquila a la calle, que se sienta cuidada, como se siente ahora en los barrios donde está la Policía Metropolitana, que ya tiene 5.500 agentes.

De eso se trata hacer política. De llevar tranquilidad a las personas, de hacer que vuelvan a confiar, que sepan que no están solas, que hay un equipo de profesionales que tienen la cabeza y el corazón puestos en trabajar todos los días para cuidarlas.

Podría nombrar cada avance, cada progreso, cada obra realizada, cada transformación cultural, pero no quisiera hacer de este día un repaso de la gestión.

A lo largo de estos 7 años, fuimos avanzando y viendo cómo esa Ciudad que soñábamos se iba haciendo realidad. Pero todavía falta. Hay desafíos y transformaciones que llevan más tiempo y por eso hay que fortalecer el compromiso que asumimos cuando llegamos.

Uno de los desafíos que tenemos por delante es avanzar en la integración de la Ciudad al Área Metropolitana, porque somos parte de una región y no algo aislado. El próximo gobierno tiene que poder avanzar en una real integración de políticas metropolitanas, no puede ser que en más de 7 años no hayamos podido concretar un solo proyecto en este sentido.

Otro gran desafío que tenemos por delante es disminuir la desigualdad y la pobreza. Tenemos que profundizar el trabajo que hemos comenzado en las villas y asentamientos de la Ciudad, mejorando la infraestructura urbana y la sanidad ambiental, generando nuevos espacios públicos y comunitarios, mejorando los que existen y fortaleciendo los vínculos con el resto de la Ciudad.

También es importante expandir la Red En Todo Estás Vos, aumentando la presencia del Estado para que siga acompañando a las personas en cada etapa de su vida. Porque la pobreza es un problema multidimensional y requiere un abordaje integral que trascienda programas aislados.

Un tercer desafío pendiente es consolidar un sistema de salud de toda el área metropolitana, coordinando iniciativas y acciones con los gobiernos de cada municipio del conurbano. Un sistema que sea accesible a todos y que ponga el foco en la atención primaria y la modernización de los hospitales y las herramientas.

La educación de calidad es otro gran desafío. En la Ciudad, ya dimos un primer gran paso que fue el de plantear la necesidad de hacer una evaluación seria de las políticas educativas. Quiero agradecerles porque, gracias al apoyo de esta Legislatura, finalmente el año pasado pudimos hacer realidad la Unidad de Evaluación de la Calidad Educativa.

Es fundamental que junto con la comunidad educativa potenciemos la revolución que empezamos en las escuelas en términos de tecnología, informática e innovación, porque la escuela tiene que adaptarse a las cambiantes necesidades de un mundo en continua transformación.

La necesidad de repensar la educación se vincula con un quinto tema fundamental de la gestión: el desafío de la innovación. Como país tenemos enormes riquezas naturales, pero también tenemos un capital creativo muy importante y hay que potenciarlo, porque en la economía que viene, el conocimiento y la creatividad son los grandes protagonistas.

Si seguimos avanzando como hasta ahora, por ejemplo profundizando las políticas de los distritos que iniciamos, incentivando los emprendimientos con políticas que permitan el acceso al capital, promoviendo la construcción de una comunidad científica o fomentando la innovación en el sector público, vamos a convertir a Buenos Aires en la capital de la creatividad y el emprendimiento en América Latina.

El sexto desafío que tenemos por delante tiene que ver con la cuestión ambiental, porque las problemáticas socio-ambientales están afectando a las ciudades en todo el mundo. Después de un trabajo exhaustivo con organizaciones sociales y con distintas áreas de gobierno, estamos presentando el primer Plan de lucha integral contra el cambio climático. Porque el cuidado del medio ambiente no es una opción, es una obligación por nuestros hijos y nietos.

Todos los argentinos somos protagonistas de este desafío, y todos tenemos que comprometernos a separar los residuos en nuestras casas y ser responsables con lo que consumimos. Así, juntos, vamos a lograr una Ciudad, un país, un planeta realmente sustentable.

Otro desafío también muy importante, la seguridad. Estoy seguro de que si el próximo Jefe de Gobierno profundiza el camino que nosotros empezamos a transitar, Buenos Aires va a ser una Ciudad segura, que la gente pueda recorrer y disfrutar a cualquier hora del día, con un sistema de justicia accesible y confiable y con una mejor convivencia entre los vecinos.

Y un tema central, poder contar con una fuerza de seguridad integrada, con objetivos comunes y acciones coordinadas. Es fundamental que, a partir del año que viene, podamos alcanzar este objetivo.

Estoy muy orgulloso de todas las transformaciones que hemos llevado a cabo a lo largo de estos siete años.

Todo eso fue posible porque encaramos todos los temas con una actitud constructiva, abierta, de mucho dialogo y consulta permanente.

Si logramos hacer mejoras en toda la Ciudad, no fue gracias a nosotros solos. Fue gracias a ustedes y a todos los vecinos que sugirieron, que opinaron, que acompañaron cuando algo les parecía bien y criticaron constructivamente. Ese es el camino que tenemos que profundizar.

Más allá del partido al que pertenezcamos, nuestra camiseta tiene que decir lo mismo: «que todos los argentinos puedan vivir mejor».

El futuro que queremos no es algo que vamos a heredar. Hay que conquistarlo. Hay que construirlo.

El futuro que queremos está en la suma de nuestras potencialidades. Está en cada uno de nosotros, vivamos en el lugar del país que vivamos.

Está en que acompañemos y desarrollemos ese potencial que, estoy seguro, nos va a permitir salir adelante y ser felices.

En este año electoral les quiero pedir a todos, sin importar al partido político que pertenezcan, que no bajemos los brazos, que sigamos trabajando y que demos el ejemplo de una democracia viva y que crece.

Les quiero decir que estamos terminando una etapa, con mucha paz y tranquilidad, y que estamos listos para nuevos y más grandes desafíos.

Transitemos juntos por un mismo camino para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos nos recuerden como esa generación que supo estar más allá de enfrentamientos inútiles y se puso a construir una Argentina donde todos podamos vivir mejor y ser más felices.

Quiero decirles que confío en ustedes, que confío en cada uno de los vecinos de Buenos Aires, que confío en cada uno de los argentinos y sé lo que los argentinos somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos. Pongámonos a construir la Argentina que nos merecemos, juntos, codo a codo.

Muchas gracias.

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