El día de ayer se realizaron manifestaciones a lo largo de todo el país con el objetivo de exigir la renuncia de la presidenta. Esta semana el Supremo Tribunal Federal determinará si se lleva adelante el juicio, para destituir a la mandataria.
Los organizadores de las marchas de protesta que ayer colmaron las calles aseguran que han sido las mayores manifestaciones, en números absolutos, de la historia. La concentración más importante fue en San Pablo, donde se reunieron por lo menos 500 mil personas, según la consultora DataFolha.
La presidenta se encuentra en situacion complicada ya que, en vísperas del domingo de protesta, el principal partido aliado del gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasilero, dio muestras de estar listo para alejarse del oficialismo en cualquier momento y, en paralelo, avanza el juicio político en el Congreso.
Un caso de corrupción que amenaza llevarse puesto al gobierno
La historia comenzó con el escándalo de la empresa estatal Petrobras, la cual fue acusada de ser usada para lavar dinero y sobornar a cargos políticos. La investigación de la causa fue llamada “Operación Lava Jato” y llegó al público en marzo de 2014, con la detención de 24 personas en varios estados de Brasil. Según la justicia, la empresa estatal desvia parte de su presupuesto para sobornar políticos y luego lo blanqueaba en forma de negocios de gasolineras.
A Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente del país sudamericano, le hallanaron la casa en busca de pruebas por el lavado de dinero y corrupción del caso de la petrolera donde el está involucrado. Luego de eso fue citado a declarar el nueve de marzo por esconder una propiedad que fue recibida de manera ilícita.
