«No creo que la deuda sea insostenible»

Luego de la misión técnica, el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que la deuda argentina «no es sostenible» y evaluó la imposibilidad de realizar un ajuste fiscal. De esta manera, le pidió a los bonistas que apliquen una quita.
La definición del organismo fue vista con buenos ojos con Balcarce 50. De hecho, el presidente Alberto Fernández habló en su cuenta de Twitter: «Celebro que el FMI reconozca la posición argentina respecto de los procesos de endeudamiento. Si todas las partes demuestran voluntad de acordar, podremos volver a crecer, honraremos nuestros compromisos y volveremos a tener una Argentina de pie».
En este contexto, el ex Subsecretario de Programación Macroeconómica del Ministerio de Hacienda, Luciano Cohan, señaló la importancia para el Ejecutivo, teniendo en cuenta los tres frentes de negociación abiertos. Fundamentalmente con aquellos que tienen bonos de legislación local. No obstante, la discusión con el Fondo será más adelante.
«Si el Gobierno logra despejar el horizonte del pago de la deuda en los próximos años, la situación macroeconómica tiene todas las condiciones para poder recuperarse y salir de este ciclo de estancamiento que lleva más de una década», aseveró el especialista, en relación a la posición tomada por el Gobierno a la hora de sentarse a negociar, según develó el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, en el Congreso.
Para Cohan, no es «insostenible», el problema es la «liquidez». «Es decir, si el gobierno estuviera en condiciones de reabrir los mercados, de conseguir financiamiento, la deuda se puede pagar. Los niveles de deuda argentina no son altos, comparado con otros países del mundo. Nuestro problema es que hoy nadie nos presta. Entonces, los vencimientos que van entrando hay que pagarlos en efectivo porque nadie nos renueva», explicó.
Con este panorama, el economista habló, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, de dos posibles soluciones. La primera- aplicada por Casa Rosada- es: «Este stock no lo podemos pagar, hacemos una quita y empezamos de vuelta en un nivel más alto». La otra apunta a una prórroga de los vencimientos: «Necesitamos crecer, denos tres/cuatro años de gracia, cuando la economía crezca y repunte vamos a poder pagar».