‘Somos Esenciales’ revela la situación de las trabajadoras comunitarias
Desde hace tiempo, la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA acompaña un conjunto de iniciativas con un mismo objetivo: discutir, poner en común y construir un modelo alternativo de ciudad con eje en la igualdad y la democracia urbana.
De esta manera, busca contraponerse a la propuesta que el PRO encara hace más de una década en el distrito porteño, cuyas consecuencias fueron la emergencia sanitaria, alimentaria, habitacional y económica.
Sobre esta base, María Eva Koutsovitis, referente de la Cátedra, detalló la campaña ‘Somos Esenciales’, que visibiliza el trabajo comunitario de la mujeres, a partir de las ollas populares en diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires.
Antes de la pandemia, más de 120 mil personas recibían asistencia alimentaria mediante 4.500 trabajadoras, quienes se dedican a sostener estas políticas en los barrios vulnerables, sin ningún derecho laboral o reconocimiento. Este número alcanza a 6.500 mujeres cuando se suman a las promotoras de salud, sanitarias, ambientales y veedoras comunitarias.
Según Koutsovitis, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, este escenario expone un modelo de Ciudad que se estructura en la desigualdad. En este sentido, indicó que las mujeres perciben salarios un 20% menores que los varones, producto de estas políticas porteñas. Por eso, la campaña se enmarca en la brecha entre mujeres y hombres.