Sociedad

Justicia para sanar el dolor

Silvana Mancuso, presidenta de “Familiares  y Víctimas de Mala Praxis” y mamá de Mora Callejón, que falleció en 2008 por un ACV mal diagnosticado, en diálogo con FRECUENCIA ZERO comentó su caso y los proyectos de ley que impulsan para evitar que sucedan más situaciones similares.

En primer lugar, Silvana recordó cómo fue su experiencia personal que desencadenó en el fallecimiento de su hija Mora Callejón, que tenía 19 años en ese momento: “No se hizo absolutamente nada. Mora amanece el 29 de Octubre de 2008 y me dice que tiene la pierna dormida, como anestesiada. La llevé a la Clínica Santa María de San Martín, la atendió un médico clínico, le hizo maniobras en la pierna y la derivó urgente a un neurólogo. Como me dilataban mucho el turno, averigüé y conseguí el contacto de Jorge Orlando Ferrari, un profesional especialista jerarquizado en neurología, que hoy está procesado con un pedido de probation denegado por Casación. Llegamos a la consulta, le pidió que se saque el pantalón a Mora, la hizo caminar, ir y venir; cuando le revisa la pierna, mi hija solo siente que la estaba tocando cuando, en realidad, la estaba pinchando. Luego le pidió que se ponga de pie, la miró y nos dice: ‘Cómo creció la nena’. Con Mora nos mirábamos y no podíamos entender lo que estaba expresando este profesional. Cuando le pregunte cómo seguía todo, nos dijo que si no se le pasaba en 20 días, le pedía un electromiograma de pierna entera. Le pedí que me dé una orden para una tomografía y no me la dio, y me dijo que no hacía falta; nos mandó a un spa. Cuando fuimos al traumatólogo, le pedí que me diera una orden para una resonancia, me dijo que no hacía falta, que mi hija iba a recuperar la sensibilidad de la pierna. Luego, en la causa, argumentó que en la clínica se lo prohíben. Lo más grave es que a mi hija no le dieron ningún diagnóstico, la ficha de Mora decía: ‘dolor en pierna derecha y muslo por… stress?’, solo eso. El 3 de noviembre, unos días después, Mora amanece con la boca torcida y la llevé al Hospital Eva Perón (ex-Castex) de San Martín, porque ahí trabajaba Ferrari, que no se dio por aludido y apareció tardísimo. Ese día, recién ahí le hicieron la primera tomografía y detectaron que tenía los pulmones llenos de sangre y no podía respirar por sus propios medios. La quisieron intervenir, pero no se pudo. A las 11:40 h de ese día, Mora falleció”.

Sobre lo que se podría haber hecho para que todo hubiera sido distinto, Silvana Mancuso relató: “A ella le tendría que haber hecho estudios y haberla internado para hacer una intervención quirúrgica, haberle hecho una tomografía computada y una resonancia magnética, algo fundamental para diagnosticar un ACV. Recibimos una atención paupérrima por parte de quien estaba catalogado como especialista jerarquizado”.

Luego de vivir esta terrible experiencia, Silvana Mancuso ha trabajado junto a otras personas que pasaron por lo mismo en la “Agrupación Familiares y Víctimas de mala praxis”, impulsando un proyecto de ley que busca lo siguiente: “El punto más importante es tipificar el delito de mala praxis, que hoy está dentro de los delitos culposos de homicidio y lesiones. Esto nos permitiría la oportuna diferenciación de un médico que comete un error humano con aquel que incurre en reiterados actos contrarios a la tarea de curar; la aplicación de una medida cautelar en todos los delitos: suspensión preventiva de la matrícula, cuando el fiscal considere que existe verosimilitud del hecho y hay imputación. Con ello evitamos que estos profesionales sigan ejerciendo; la condena sería la inhabilitación. Otra es la creación de un registro de los médicos imputados, con la consiguiente obligación del Poder Judicial de actualizarlo, y de las autoridades provinciales, municipales y de centros privados de revisarlo antes de contratar un profesional. Otro punto importante es que la historia clínica sea digitalizada, encriptada y nacional, para que se pueda ingresar desde cualquier sistema con el número de DNI. Esto facilitaría la tarea de los médicos y garantizaría el derecho de que cada uno sea dueño de la historia clínica, algo que ya está contemplado en la Ley 26529, que hoy es violada sistemáticamente. Hay que saber que es muy difícil llevar un juicio de estas características adelante, en las situaciones de mala praxis, lamentablemente no tenemos igualdad ante la ley”.

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