Mario Golf Super Rush Review: Nunca el golf fue tan divertido

La única manera que encontré, de muy pequeño, a interesarme mínimamente por el golf fue cuando jugué el Mario Golf de N64. Me resultaba un juego extremadamente relajante; y recuerdo que fue la primera vez que había encontrado un videojuego para dicho fin: solo relajarme y disfrutar del momento a solas.

Mario Golf fue una de esas entregas que siempre perdía protagonismo ante la salida de algún Mario Tennis, y ni hablar de si salía un Mario Party. Siempre lo sentí como el incomprendido de la saga deportiva de Nintendo.

Esta vez sucede lo contrario

Tras unos largos y bien envejecidos 30 años, Mario Golf Super Rush llega para nuestra querida Nintendo Switch con varias cartas nuevas para poner sobre la mesa. Desarrollado por Camelot Software Planning, lo encontramos disponible desde este 25 de junio.

Una historia estándar de superación personal

Partamos desde el inicio: que la narrativa de este Mario Golf no es para nada “Mariocentrista”, todo gira alrededor de nuestro Mii.

Básicamente, nuestra misión es ir superándonos en diferentes campeonatos de golf, para así lograr obtener mejoras, habilidades y desbloquear nuevas regiones del mapa. Nuestros queridos personajes de Nintendo entrarán en acción como competidores, siendo a ellos a quienes deberemos de derrotar para lograr ser los mejores con el driver.

Un equilibrio justo entre el single player y el multiplayer

La mayoría de los antecesores de esta saga tenían la misma dinámica. La idea era que te divirtieras con tus amigos en un deporte específico, tal vez, con algunas habilidades especiales. Esta vez Mario Golf viene con un poco más de versatilidad. Tenemos varios modos de juego: Golf Tradicional, Golf Rápido, Aventura de Golf, Desafío en Solitario y Batalla de Golf.

Cada personaje tendrá su habilidad insignia, algunos serán para mejorar tu golpe y otros retrasarán a tus oponentes.

Todos, obviamente, con sus especificaciones y sus diferentes dinámicas. El punto en común es que estos modos de juegos están regidos por el avance que logramos en el modo aventura. Para lograr disfrutar de todo lo que esta entrega tiene para ofrecernos, deberemos de jugar individualmente, lograr desbloquear nuevas regiones y así disfrutar un poco más los demás modos de juego.

Es algo lamentable que la historia caiga en el típico cliché de autosuperación y competición, al cual ya estamos muy acostumbrados. Pero sí remarco la buena idea de incluir algo distinto a los típicos modos que usualmente presenciamos en una saga como esta.

Por último, y no menos importante, todos los modos de juego pueden disfrutarse con el sensor de movimiento del Joy-Con. Está de más decir que todos esperábamos esta prestación en Mario Golf, pero lo que sorprende es lo bien pulida que está. Tras los baches que encontramos en Mario Tennis en donde todo era frustración y desmotivación, acá es muy sencillo de aprender y ejecutar. Les aseguro que habrá risas aseguradas.

Ni fu ni fa

Si hay algo que me dejó sabor a poco, fue el apartado sonoro o, tal vez, fueron mis altas expectativas de la saga.

Encontramos muy buenos efectos de sonido, pero con una banda sonora por demás estándar y repetitiva. Hay una parte de mí que deseaba algo más de adrenalina, emoción y dinamismo.

Su parte gráfica hace justicia, no sobresale de lo que encontramos en su antecesor espiritual Mario Tennis. Pero hay una muy buena implementación de las capacidades de la Nintendo Switch. Ahora, solo encontramos algunos detalles de animaciones algo toscos y acartonados.

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