Desde la cúpula del Centro Cultural Kirchner, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, lanzó esta semana nuevos beneficios para la economía del conocimiento, tras la finalización del “dólar soja”.
“Aspiramos a que este sector exporte en 2023 u$s10 mil millones y se consolide como el tercer complejo exportador de la Argentina”, afirmó el funcionario, acompañado por el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk.
Sin embargo, el columnista económico José Castillo aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que la importancia del Gobierno pasa por cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En este caso, juntar dólares como sea para las reservas.
De este modo, sostuvo que cada una de las cotizaciones creadas son devaluaciones calladas, ofreciéndole a la economía del conocimiento lo mismo que en el inicio de las negociaciones a los sojeros. Porque cada vez más dólares empiezan a jugar de $200 para arriba y no en $140.
La otra cara de esta moneda es el ajuste por inflación, también en búsqueda de aprobación desde Washington (Estados Unidos). El Gobierno deja correr los aumentos de precios, licuando salarios estatales, jubilaciones y gasto público, y aprobando el Presupuesto 2023 en el Congreso.
