¿POR EL BIEN DE LA SALUD DE QUIÉN?
por Alicia Fernández
Quisiera que me ayuden a entender como se permite una Campaña como la que lanzó LALCEC (Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer) que es una fundación sin fines de lucro que tiene como Agencia de Prensa a Burson Marsteller. Y me pregunto ¿Quién paga esto? ¿Quién paga la publicidad que hizo Araceli Gonzalez y su hija que aparece por ejemplo en un corte del programa de Marcelo Tinelli?
Quizá respondiendo estas preguntas entendamos porqué sólo se dice VACUNATE como única prevención para el cáncer de cuello de útero y no se habla de que, además de la vacuna debe continuar utilizándose el Papanicolau como medida preventiva.
Por qué no nos dicen que las vacunarse tiene un costo de $ 1.200 (3 dosis de CERVARIX de Glaxo) y 2700 (3 dosis de GARDASIL de Merck Sharp & Dohme), que no están incluidas en el Calendario de Vacunación y que las obras sociales y pre-pagas no la reconocen.
Por qué la campaña no recalca la importancia de la consulta al ginecólogo para que sea él quien la recomiende? Quizá deberíamos rastrear por algunos de laboratorios que la comercializan (Glaxo y Merck Sharp & Dohme) entre los financiadores de la campaña.
¿Y si es uno de ellos, el Anmat no tendría que tomar medidas? ¿No debería estar prohibido armar estos artilugios que encubren una publicidad (in)directa sobre medicamentos? Estoy muy apenada con esto, porque creo en la gravedad del cáncer de cuello de útero, porque sé de la importancia de comunicar para prevenir, porque estoy a favor de toda campaña masiva para hacerlo, porque me alegro de la aparición de vacunas como nuevas herramientas que se suman a los controles ginecológicos tradicionales.
Sin embargo nos encontramos con una campaña que nos desinforma al respecto. En ningún momento dice que las mujeres pobres no son «dignas de recibir está prevención» y que aquellas privilegiadas que logran aplicársela tienen que continuar controlándose con el Papnicolau, lo que en definitiva induce a que aumente el riesgo de padecer este cáncer.
Por favor investiguen esto y pídanle a las autoridades de salud que obliguen a quienes pusieron toda esta plata a que gasten exactamente la misma en una campaña que aclare la verdad y que nos digan qué hacen las mujeres pobres frente a esto.